El polvo, humo, productos químicos y tóxicos que emanaron de los escombros que cayeron tras los ataques terroristas del 11 de Septiembre en EU afectaron a bomberos, policías, obreros de la construcción y otros trabajadores de emergencia.
Después de más 15 años, los rescatistas han sufrido como consecuencia problemas respiratorios, trastornos digestivos, cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer.
El Departamento de Bomberos de Nueva York, ha catalogado estas muertes como consecuencia de "la enfermedad del World Trade Center" y ha deplorado que sigan muriendo miembros del cuerpo por haber arriesgado sus vidas salvando las de otros.
"Es casi incomprensible que, después de haber perdido a 343 miembros el 11 de Septiembre, ahora hayan muerto más de 200 efectivos por la enfermedad del World Trade Center", dijo el Comisario del Departamento de Bomberos, Daniel Nigro.
Driscoll se retiró en 2002 del Camión de Bomberos 91 que daba servicio en el este del neoyorquino barrio de Harlem, después de 32 años sirviendo en el Departamento.
Los bomberos destacaron que "respondió valientemente a los ataques en el World Trade Center el 11S y trabajó sin descanso en el rescate y los esfuerzos por recuperarse que siguieron".
Driscoll, además, participó en la Guerra de Vietnam y, durante su tiempo en el cuerpo, se le citó en cinco ocasiones por su valentía.
Su muerte se suma a la de otro bombero, Kevin Nolan, que falleció el martes a los 58 años como consecuencia de un cáncer, también ocasionado por las tareas de rescate.
"Descansen en paz, bomberos Richard Driscoll y Kevin Nolan", dijo el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, a través de un mensaje en Twitter.
El alcalde lloró la muerte de 200 agentes que "no dudaron en enfrentarse al peligro" y que "se quedaron hasta que el trabajo estuvo hecho".
Asimismo, De Blasio dijo que el Senado "debe financiar por completo el Fondo para Compensación de las Víctimas del 11S", después de que el republicano Rand Paul bloqueara un proyecto de ley que aportaba dinero suficiente hasta 2090.
En un principio, se estableció un fondo de 7.000 millones de dólares, que se ha quedado pequeño debido a la cantidad de reclamaciones existentes y a que no existe ningún mecanismo para agregar más aportaciones.
El 29 de junio falleció un detective retirado de la Policía de Nueva York de origen cubano, Luis Álvarez, que murió con 53 años a causa de un cáncer relacionado con las sustancias que aspiró durante los tres meses que pasó buscando víctimas entre los escombros de las Torres Gemelas.
Cerca de 3.000 personas murieron en los ataques orquestados por la organización terrorista Al Qaeda en el World Trade Center de Nueva York, en el Pentágono y cerca de Shanksville, en Pennsylvania, y todavía quedan por identificar unas 1.100 personas.