En el sureño estado de Texas, un incidente trágico ha llamado la atención del regulador estadounidense del transporte.
Un trabajador del aeropuerto perdió la vida de manera impactante al ser succionado por el motor de un avión de pasajeros.
Este suceso ha desatado una investigación por parte de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), que busca esclarecer los detalles de lo ocurrido.
El incidente ocurrió cuando un vuelo de la aerolínea Delta había aterrizado en la ciudad de San Antonio, Texas, procedente de Los Ángeles y se dirigía hacia el portón de embarque con uno de sus motores aún en funcionamiento. Fue en ese momento que un trabajador de la empresa contratada Unifi Aviation fue absorbido por un motor de avión, según informó la NTSB en un comunicado a la AFP.
En respuesta a este suceso lamentable, Delta Airlines ha manifestado su colaboración con las autoridades mientras se lleva a cabo la investigación. Por su parte, Unifi Aviation, la empresa para la cual trabajaba el empleado fallecido, ha afirmado que se trata de un trágico accidente que se aparta de los procedimientos habituales y que se debe a la responsabilidad del personal involucrado.
Este trágico incidente no es el primero de su tipo en la industria. Hace tan solo un año, una multa de 15.625 dólares fue impuesta a Piedmont Airlines, una subsidiaria de American Airlines, por la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA), luego de la muerte de un trabajador de personal de tierra en un incidente similar.
Estos eventos preocupantes destacan la necesidad de revisar y reforzar los protocolos de seguridad en los aeropuertos y garantizar la protección de los trabajadores que desempeñan sus labores en la industria de la aviación.