Varias personas murieron el martes cuando un arrasó una pequeña localidad en Iowa, donde destruyó casas y causó daños en negocios.

El hospital Greenfield fue uno de los edificios dañados, de modo que los al menos doce heridos tuvieron que ser trasladados a otros centros médicos, según el sargento de la patrulla estatal de , Alex Dinkla.

“Por desgracia podemos confirmar que ha habido fallecimientos”, dijo Dinkla en una conferencia de prensa el martes por la noche. “En este momento todavía estamos contando”.

Señaló que creía que habían localizado a todos los residentes de la población, pero la búsqueda continuaría si se reportaba alguna desaparición. El sistema de salud del condado Adair indicó en Facebook el martes por la noche que había establecido un centro de triaje en la escuela secundaria de Greenfield e instó a la gente que necesitara atención médica a acudir allí.

El tornado destruyó gran parte de la población de unos 2,000 habitantes, situada unos 88 kilómetros al suroeste de Des Moines, durante una jornada en la que se registraron múltiples tornados, granizo gigante y lluvias torrenciales en varios estados.

Las autoridades impusieron un toque de queda en la localidad, indicaron que sólo permitirían la entrada a residentes hasta el miércoles por la mañana y ordenaron a los medios de comunicación que se marcharan el martes por la noche.

La tormenta dejó montones de maderos rotos, ramas, piezas de coches y otros escombros en los solares donde antes había casas. Los árboles que seguían en pie se habían perdido ramas y hojas. Los residentes se ayudaban unos a otros a rescatar muebles y otras pertenencias que habían quedado repartidas en todas direcciones.

Rogue Paxton dijo a WOI-TV que se refugió en el sótano de su casa cuando pasó la tormenta y que su familia tuvo suerte.

“Otros, como mi hermano Cody, no la tuvieron. Su casa acaba de ser arrasada”, dijo Paxton. “Todo va a ir bien porque nos tenemos los unos a los otros, pero va a ser muy, muy duro. Es un desastre”.

Se reportaron varios tornados en el estado, uno de los cuales parecía haber derribado varios molinos de energía eólica de 76 metros, en el suroeste de Iowa. Algunas de las turbinas del campo eólico se incendiaron y el humo se elevaba en el aire.

Los parques eólicos se construyen para resistir tornados, huracanes y otros vientos fuertes. Según el Departamento de Energía de Estados Unidos, las turbinas están diseñadas para apagarse cuando los vientos superan algunos umbrales, normalmente en torno a los 89 kilómetros por hora. También bloquean y estabilizan sus palas y se orientan con el viento para minimizar la presión.

La gobernadora del estado, Kim Reynolds, tenía previsto visitar Greenfield el miércoles por la mañana.

“Hace apenas unas pocas semanas, los tornados golpearon otras poblaciones de Iowa, y resulta difícil creer que haya ocurrido de nuevo”, dijo en un comunicado. “La gente de Iowa es fuerte y resiliente, y saldremos de esta juntos”.

En el suroeste de Iowa, imágenes compartidas en redes sociales mostraron un tornado justo al noroeste de Red Oak. Más al este y al norte, el Servicio Meteorológico Nacional emitió varias alertas de tornado para zonas cercanas a las poblaciones de Griswold, Corning, Fontanelle y Guthrie Center, entre otras.

Iowa se preparaba para el mal tiempo después de que el Centro de Predicción de Tormentas del Servicio Meteorológico Nacional diera a la mayor parte del estado una alta probabilidad de tormentas eléctricas importantes con posibilidad de tornados fuertes. Las escuelas públicas de Des Moines terminaron las clases dos horas antes y cancelaron las actividades de la tarde.

Las alertas de tormentas y tornados se extendieron a Wisconsin por la tarde y la noche del martes, incluida la capital, Madison.

Antes el martes, resientes al oeste en Omaha, Nebraska, se despertaron con sirenas de alarma y apagones generalizados cuando lluvias torrenciales, vendavales y granizo de gran tamaño golpearon la zona. El aluvión inundó sótanos y sumergió autos. La televisora KETV mostró imágenes de bomberos rescatando a gente de vehículos.

En Illinois, las tormentas de polvo llevaron a las autoridades a cerrar tramos de dos autopistas interestatales por falta de visibilidad.

Las tormentas seguían a varios días de tiempo extremo en buena parte del centro del país.

En Texas se elevó a siete el número de muertos por las tormentas de la semana pasada en la zona de Houston para incluir a un hombre que murió por intoxicación de monóxido de carbono cuando operaba un generador tras quedarse sin electricidad. Vientos con fuerza de huracán redujeron negocios y otros edificios a escombros y rompieron cristales en los rascacielos del centro.

Bob Oravec, responsable de previsiones del Servicio Meteorológico Nacional, dijo que se esperaba que el sistema de tormentas virase al sur el miércoles y llevara más mal tiempo a zonas de Texas, Oklahoma, Arkansas y el sur de Missouri.

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