Una tormenta que provocó un brusco descenso de las temperaturas cubrió de nieve y hielo las llanuras sureñas de Estados Unidos, provocando una emergencia por cortes de luz en Texas al día siguiente de que el clima obligara a cancelar vuelos y complicara el tráfico en gran parte del país.
Electric Reliability Council of Texas, o ERCOT, inició los cortes de luz alternos el lunes por la mañana, de modo que miles de personas sufrieron cortes breves en el suministro eléctrico mientras las temperaturas bajaban de los -6 grados Celsius (20 grados Fahrenheit) y rondaban los -3 (25 grados Fahrenheit) en la zona de Houston.
“Instamos a los texanos a poner la seguridad ante todo”, tuiteó ERCT, que gestiona la red eléctrica del estado, instando a los residentes a reducir su consumo de energía.
Más de 1,3 millones de clientes se quedaron a oscuras en torno a las 3 de la mañana, según poweroutage.us, un sitio que monitorea los suministros básicos.
Las autoridades en Houston habían advertido a la gente que se preparase para apagones y carreteras peligrosas, condiciones similares a las que podría esperar la gente tras un huracán de categoría 5.
El domingo se reportaron casi 120 choques, incluida una colisión múltiple de 10 autos en la Interestatal 45, según tuiteó el jefe de bomberos de Houston, Samuel Peña.
Se esperaba que parte de las llanuras sureñas quedaran cubiertas de hielo y hasta 30 centímetros (12 pulgadas) de nieve, indicó Marc Chenard, meteorólogo del Centro de Predicción Meteorológica del Servicio Nacional de Meteorología.
“Normalmente, simplemente no tenemos tanto aire frío tan al sur”, dijo Chenard.
La región se ha preparado para el clima invernal durante el fin de semana. El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró la situación de desastre en los 254 condados del estado y el sábado alertó de “una tormenta invernal extremadamente peligrosa”.
Abbot; el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, y el de Arkansas, Asa Hutchinson, activaron sus respectivas unidades de la Guardia Nacional para asistir a las agencias estatales en labores como el rescate de automovilistas varados.
El presidente, Joe Biden, también declaró una emergencia en Texas en un comunicado el domingo por la noche y ordenó que se prestara asistencia federal a los esfuerzos locales y estatales. La declaración permite al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal de Gestión de Desastres (FEMA, por sus siglas en inglés) coordinar los esfuerzos y prestar asistencia, equipamiento y recursos a los afectados por la tormenta.
Más de 760 vuelos se cancelaron el domingo en el Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth, así como la mayoría de los casi 200 vuelos de Southwest Airlines, la principal aerolínea del aeropuerto.
Las autoridades desaconsejaron viajar dadas las condiciones.
La previsión hasta el martes por la mañana era de 20 a 30 centímetros (de 8 a 12 pulgadas) de nieve en el centro de Oklahoma y de 4 a 8 pulgadas (de 10 a 20 centímetros) en una zona desde el este de Texas al valle de Ohio, en el nordeste.