TE RECOMENDAMOS
Autoridades francesas imponen toque de queda en la región de París tras los violentos disturbios registrados en las últimas horas por lo que se anuncia el cierre temprano de servicios de autobús y tranvía.
La medida responde a los choques violentos registrados el jueves durante una marcha en homenaje a un joven baleado por la policía en un suburbio de París.
GALERÍA. VIOLENCIA EN CALLES DE PARÍS
La manifestación terminó en enfrentamientos violentos con las fuerzas del orden en Francia, que se prepara a una tercera noche de disturbios con el despliegue de 40,000 agentes.
En Nanterre, donde el joven Nahel perdió la vida el martes, unas 6,200 personas participaron en la marcha que terminó con cargas policiales, el incendio de autos y de mobiliario urbano y el uso de gases lacrimógenos, constataron reporteros de AFP.
La tensión está en máximos. La víspera, los disturbios dejaron comisarías, ayuntamientos y escuelas incendiados, por lo que la primera ministra, Élisabeth Borne, llamó a "evitar una escalada", mientras la "justicia hace su trabajo".
Desde autos --66 sólo en Estrasburgo (noreste)-- hasta ayuntamientos, como Garges-lès-Gonesse (al norte de París, pasando por escuelas y comisarías, las protestas por la muerte del joven de 17 años se plasmaron en incendios en varias ciudades.
VIDEO. PROTESTAS EN NANTERRE TRAS MUERTE DE JOVEN A MANOS DE LA POLICÍA
El balance de la segunda noche de altercados fue de 180 detenidos y de 170 policías y gendarmes heridos, según las autoridades, que enfrentan una nueva serie de protestas violentas este año tras las vinculadas a una impopular reforma de pensiones.
El desencadenante fue la muerte el martes de Nahel por un disparo de la policía, cuando el joven de 17 años se negó a obedecer las órdenes de dos agentes durante un control de tránsito en Nanterre. Un video publicado en redes sociales, que AFP verificó, muestra cómo un agente retiene a punta de pistola al conductor y le dispara a quemarropa cuando arranca.
En la grabación se escucha a alguien exclamar: "¡Vas a recibir una bala en la cabeza!", aunque no queda claro quién lo dice.
La fuga del joven, fichado por la policía por hechos similares, terminó a unas decenas de metros, cuando el coche se estrelló contra un poste.
La víctima falleció poco después tras haber sido alcanzado en el tórax. La justicia decretó este jueves prisión preventiva por homicidio voluntario para el policía de 38 años sospechoso de haber disparado.
La fiscalía consideró que el uso de su arma no estaba justificado legalmente.
El drama provocó una gran indignación, desde el presidente Emmanuel Macron al futbolista Kylian Mbappé, y para evitar nuevos altercados, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció el despliegue este jueves por la noche de 40,000 policías y gendarmes, entre ellos 5,000 en París.
MUERTE DE JOVEN REVIVE DISTURBIOS DE 2005 TRAS ASESINATO DE DOS ADOLESCENTES
En la memoria colectiva de los franceses están los disturbios que estallaron en 2005 en los suburbios de las grandes ciudades, después que dos adolescentes perdieran la vida electrocutados cuando huían de la policía en Clichy-sous-Bois, al noreste de la capital.
La violencia policial es además un tema recurrente en Francia, donde 13 personas murieron en situaciones similares a la de Nahel en 2022.
"Estoy aquí por mis hijos. Siempre son los mismos a los que llaman delincuentes", aseguró Naima, de 32 años, que acudió junto a sus dos hijos a la marcha de Nanterre, donde los manifestantes gritaron "Justicia para Nahel" y "Nunca más".
En 2005 el gobierno del entonces presidente conservador Jacques Chirac decretó el estado de emergencia, por primera vez en la Francia metropolitana desde el final de la guerra de independencia de Argelia.
Los dos policías inculpados fueron absueltos en 2015. Aunque el líder derechista Éric Ciotti y la extrema derecha pidieron la activación inmediata del estado de emergencia, fuentes gubernamentales dijeron que no lo contemplan por ahora y que ningún responsable policial lo pidió en la reunión de crisis.
El gobierno afronta una situación delicada, máxime cuando sus críticas de la víspera crearon malestar entre los sindicatos de policía, y busca conjugar la firmeza ante los disturbios con un apaciguamiento para evitar que se recrudezca la tensión.