El padre de una niña que fue asesinada en una escuela primaria de Texas dice que la policía tardó en actuar tras el ataque y no estaba preparada.
Javier Cazares es el padre de la alumna de cuarto grado Jacklyn Cazares, una de los 19 niños que fueron asesinados junto con dos maestras en un aula de la Escuela Primaria Robb en Uvalde.
Cazares dice que corrió a la escuela cuando se enteró del tiroteo y llegó cuando la policía todavía estaba concentrada afuera del recinto. Cazares dice que le molestó que la policía no estuviera interviniendo y planteó la idea de entrar él mismo con otras personas.
Un vecino de la escuela, Juan Carranza, dice que las personas presentes les gritaron a los agentes que entraran, pero que éstos no lo hicieron.
Las autoridades dicen que la masacre dentro del aula cerrada duró más de 40 minutos y terminó cuando el tirador de 18 años fue abatido por un equipo de la Patrulla Fronteriza.
Un funcionario policial familiarizado con la investigación dice que los agentes de la Patrulla Fronteriza tuvieron problemas para forzar la puerta del aula y tuvieron que conseguir que un miembro del personal la abriera con la llave.