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El gobernador de Texas, Greg Abbott, republicano y aliado del presidente Donald Trump, decretó este jueves el uso obligatorio de mascarilla en los espacios públicos debido al rebrote de contagios de coronavirus.
La orden aplica a los condados de este estado del sur de Estados Unidos con al menos 20 casos de covid-19, señaló la oficina del gobernador en un comunicado.
Abbott también prohibió las reuniones de más de 10 personas, y ordenó un distanciamiento físico entre las personas de dos metros.
"Tenemos la capacidad de mantener abiertos los negocios y hacer avanzar nuestra economía para que los texanos puedan continuar ganando un sueldo, pero requiere que cada uno de nosotros ponga de su parte para protegernos unos a otros, y eso significa usar una mascarilla en los espacios públicos", dijo Abbott, quien habló de la efectividad de este accesorio para enlentecer la propagación.
"Restringir el tamaño de las reuniones grupales fortalecerá la capacidad de Texas para acorralar este virus y mantener a los texanos a salvo", dijo.
Las órdenes de Abbott se produjeron después de que la situación en Houston, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos, empeoró drásticamente en las últimas dos semanas.
Texas registró el miércoles 8.076 nuevos casos de coronavirus en 24 horas, 1.000 más que la cifra del día anterior.
El estado ha contabilizado más de 175.000 contagios desde que llegó el coronavirus al país.
Muchos funcionarios republicanos, que inicialmente se mostraron escépticos sobre la importancia de usar mascarilla, comenzaron a instar públicamente a cubrirse la cara a medida que Estados Unidos veía subir el número de nuevas infecciones.