Katie Sowers respondió preguntas que iban desde si le dolió cuando se hizo un agujero en la oreja (no) hasta si quería dirigir un equipo de la NFL algún día (sí).
Durante los 60 minutos en que los 49ers atendieron a la prensa el lunes por la noche, Sowers habló con periodistas de todo el mundo en su condición de primera mujer en la historia, y primera gay, que integra el cuerpo técnico de un equipo que juega el Super Bowl.
“Estoy esperando que alguien me diga que esto es una broma. ‘Oye, tú no eres realmente coach de fútbol americano’”, declaró Sowers. “Es una de esas cosas que te pasan y que tratas de aprovechar día tras día, sobre todo con lo que está pasando. Una realmente disfruta el momento”.
Ser la primera mujer coach en un Super Bowl puede ser algo surreal. Y Sowers dice que espera estar abriendo puertas para otras mujeres.
Estar presente en un Super Bowl siempre fue un sueño de Sowers, desde pequeña, en Hesston, Kansas, cuando jugaba al fútbol americano con su hermana Liz en el patio de su casa.
Pudo haber sido coach de básquetbol tras jugar a nivel universitario con el Goshen College de Indiana. Pero su condición de gay le impidió ofrecerse como asistente voluntaria del cuerpo técnico en el 2009. La actual presidenta del Goshen ofreció disculpas a Sowers la semana pasada y dijo que esa institución abolió esas políticas sobre la orientación sexual en el 2015.
Sowers jugó en la Alianza de Fútbol de Mujeres (Women’s Football Alliance) y para la selección femenina de Estados Unidos. El mejor partido de su vida fue con la selección, cuando interceptó cinco pases como safety contra Alemania. Lesiones pusieron fin a su carrera, tras lo cual sacó un máster en la universidad de Central Missouri.
En Kansas City, Sowers colaboró como coach con un equipo juvenil de básquetbol en el que jugaba la hija del gerente general de los Chiefs de entonces, Scott Pioli. Tras ser despedido por los Chiefs, Pioli fue asistente del gerente general en Atlanta y ayudó a que Sowers consiguiese una beca con los Falcons, en el 2016. Trabajó durante el receso entre temporadas y en la pretemporada antes de pasar nueve meses haciendo una pasantía como scout.
La misma beca la hizo recalar con San Francisco en junio del 2017, trabajando con receptores. Kyle Shanahan, quien había sido coordinador ofensivo de Atlanta en el 2018, la contrató como ayudante del coach ofensivo. En esa capacidad analizó videos y colaboró con el coach de receptores y con otros coaches de la formación ofensiva.
Hoy Sowers es considerada una de tantos coaches de los 49ers.
“Ha sido tremenda”, dijo el quarterback de los 49ers Jimmy Garoppolo. “Katie llegó antes que yo. Lo que hace con los receptores, la forma en que se maneja con ellos, es algo especial. Está llena de energía. Es un fenómeno. Está encima de los muchachos. Y es divertida”.
El receptor Kendrick Bourne dice que Sowers usa mucho el tablero y no habla tanto.
“En mi primer año me ayudó a calmarme cuando jugué mi primer partido de pretemporada”, dijo Bourne. “Me dio consejos acerca de cómo vivir el momento. Es despierta”.
Cartas de niñas la ayudaron a soportar el desgaste que sufren los coaches de la NFL. Su preferida es una en la de una niña que se llama como ella.
“Le encanta el deporte y estaba muy entusiasmada de ver una mujer con su mismo apellido trabajando como coach”, comentó.
Llegar al Super Bowl le da a Sowers una plataforma mucho más grande, incluida una publicidad de Microsoft repetida varias veces durante las finales de conferencia de la NFL.
Ahora su objetivo es dirigir un equipo de la NFL.
“Totalmente”, dice cuando se le hace esa pregunta.