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Una inédita huelga de seis semanas en los "tres grandes" fabricantes de autos estadounidenses llega a su fin gracias al acuerdo preliminar alcanzado por General Motors y el sindicato UAW, luego de los entendimientos en Ford y Stellantis.
Según un comunicado del sindicato, GM aceptó, al igual que sus rivales, un alza del salario básico de 25% en los cuatro años de duración del convenio colectivo.
El presidente Joe Biden quien, en campaña para su reelección, concurrió a una de las protestas organizadas por los trabajadores en demanda de mejoras salariales, saludó los acuerdos "históricos".
"Estos acuerdos récord recompensan a los trabajadores de la industria automotriz que hicieron muchos sacrificios para que el sector continuara funcionando" durante la crisis de 2009, consideró el mandatario.
Más de 45,000 trabajadores llegaron a estar en huelga, como parte de una estrategia en la que la UAW aumentó gradualmente el número de fábricas objeto de paros en busca de mejores condiciones salariales desde el 15 de septiembre.
Era la primera vez desde la creación de este sindicato en 1935 que los "tres grandes" de Detroit fueron blanco de una huelga simultánea.
Estos acuerdos deben ser ratificados por votación de los miembros de la UAW (United Auto Workers).
Luego de comenzar por usinas menores y centros de distribución de autopartes, la UAW extendió el movimiento a las fábricas más importantes y "lucrativas" de cada grupo de Michigan, cuna del automóvil en Estados Unidos.
Ford alcanzó un acuerdo preliminar el miércoles luego de 41 días de huelga y Stellantis tres días después, el sábado.
Las cifras conocidas son inferiores al 40% que pretendía el presidente de la UAW, Shawn Fain, cuando el sindicato inició la huelga.
Los acuerdos prevén además de alzas salariales durante los cuatro años de convenio colectivo, medidas de ajuste al costo de vida, beneficios sociales y mejoras para los jubilados, entre otras.
"Los tres acuerdos son récord y unifican a nuestro sindicato", estimó la UAW en un comunicado.
Según cada firma, el entendimiento tiene especificidades, como aumentar la cantidad de empleos en el caso de Stellantis.
Stellantis se comprometió a crear 5.000 puestos de trabajo cuando había previsto despidos en el marco del cierre de una usina en Belvidere (Illinois) que ahora fue "salvada", según Rich Boyer, vicepresidente de la UAW.
GM se mostró muy satisfecho de alcanzar un acuerdo preliminar con la UAW "que ilustra la contribución de los equipos" y permite "continuar invirtiendo" en el futuro, con "buenos empleos" en Estados Unidos, expresó Mary Barra, la presidenta del gigante automotor en un breve comunicado.
"Los trabajadores no tenían tanta fuerza desde hacía décadas, y ciertamente no la tenían desde la recesión de 2008-2009", constató en diálogo con la AFP Susan Schurman, profesora de relaciones en el mundo laboral en la universidad Rutgers.
En este sector, los empleados hicieron "enormes sacrificios" durante el salvataje de la industria tras la crisis de 2008 y ahora con la reactivación, "los dirigentes reciben mucho dinero y los obreros quieren su parte", añadió.
"Otro trimestre récord, otro año récord. Como lo decimos desde hace meses: beneficios récord significan contratos récord", comentó Fain tras la publicación de los resultados trimestrales de GM el 24 de octubre.
El sindicato anunció que los empleados de Ford y Stellantis retomarían su trabajo sin esperar la validación por voto en el seno del sindicato.
Al cierre de Wall Street, GM ganó 0,51% luego del acuerdo con el sindicato UAW para terminar con la huelga; Ford (-1,96%) y Stellantis (-0,28%) en tanto, cayeron.