La Asociación de Enfermeras del Estado de Nueva York presentó una demanda colectiva este lunes por el coronavirus SARS-CoV-2 contra el gobierno estatal y dos sistemas hospitalarios alegando que sus condiciones de trabajo son peligrosas y no han recibido la suficiente protección para hacer frente al mayor brote del COVID-19 del país.
El sindicato, que representa a 42.000 enfermeras en toda Nueva York, sostuvo que el Departamento de Salud de Nueva York no proporcionó a los trabajadores de salud el equipo de protección adecuado e incluso ordenó a los infectados por el COVID-19 que regresen a trabajar antes de lo recomendado por el estado. La demanda fue presentada en la Corte Suprema de Nueva York.
La demanda se encuentra entre las primeras acciones legales colectivas tomadas por los trabajadores de la salud por las condiciones en que deben realizar su tarea con el brote de coronavirus que les exigen los administradores de los hospitales y el gobierno estatal.
"Más de siete de cada diez de nuestras enfermeras reportan exposición al COVID-19 y la mayoría aún no han sido ni testeadas. Estas demandas se presentaron para proteger a nuestras enfermeras, nuestros pacientes y nuestras comunidades por protecciones gravemente inadecuadas y negligentes", dijo en un comunicado el director ejecutivo del sindicato demandante, Pat Kane. "No podemos permitir que estas prácticas peligrosas continúen", concluyó.
En un comunicado, el Departamento de Salud de Nueva York dijo que está “profundamente agradecido” por el trabajo que brindan los trabajadores de la salud y “continúa tomando todos los pasos necesarios para garantizar que tengan el apoyo y el suministro necesarios" para abordar esta "emergencia de salud pública sin precedentes".
El sindicato también presentó una demanda contra el Centro Médico Montefiore en el tribunal federal de Manhattan en nombre de sus 3.000 enfermeras empleadas por el sistema. El sindicato también demandó al Westchester Medical Center en la Corte Suprema del condado de Westchester en nombre de sus 1.600 miembros empleados por el sistema.
Ambas quejas describen las condiciones en los hospitales como “una zona de guerra”, y agrega que los trabajadores de salud “no tienen las herramientas esenciales que necesitan para hacer su trabajo y mantenerse a salvo”.
Las demandas alegan que los sistemas hospitalarios no estaban preparados para abordar el brote del COVID-19, se ha colocado a los trabajadores de la salud en entornos peligrosos y no les proporcionaron equipos de protección adecuados, como máscaras y batas.
“Comencé a experimentar síntomas consistentes con el COVID-19, incluyendo tos y fiebre”, dijo la enfermera del Montefiore Pamela Brown-Richardson en una declaración jurada. “Informé mis síntomas al Montefiore y solicité una prueba. Me informaron que el Montefiore no me evaluaría ... Obtuve las pruebas por mi cuenta ... [y] descubrí que obtuve un resultado positivo para el COVID-19”.
El sindicato dijo en las quejas que al menos 150 de sus miembros en el Montefiore y 11 en el Westchester Medical Center han dado positivo por el COVID-19. En todo el estado, al menos ocho miembros de la asociación han muerto debido al virus y 84 han sido hospitalizados, según la denuncia contra el Montefiore. Sin embargo, el sindicato dijo que el verdadero impacto en las enfermeras de Nueva York es probablemente mayor que el reportado debido a la capacidad limitada de prueba.
El estado de Nueva York está lidiando con el peor brote en EE.UU. con más de 248.431 de los 766.212 casos de la nación, según datos compilados por la Universidad Johns Hopkins.
El gobernador del estado, Andrew Cuomo, dijo este lunes que los trabajadores de primera línea, como los trabajadores de la salud, tienen mayores tasas de infección y merecen ser pagados por sus esfuerzos.
"Hay que pagarles lo que se merecen. Yo diría que el pago de riesgo o plus de peligrosidad debería ser un bono del 50 %, y lo haría ahora ”, dijo Cuomo.