El Senado de Estados Unidos fracasó el miércoles en aprobar una ley que garantiza el acceso al aborto en todo el país, en un momento en que este derecho se ve seriamente amenazado por una próxima sentencia de la Corte Suprema.
La votación era prácticamente simbólica pues los demócratas no contaban con los 60 votos requeridos para aprobar el texto. Pero la iniciativa bloqueada por los senadores republicanos se inscribe en una batalla mayor de los demócratas liderados por el presidente Joe Biden para blindar el derecho al aborto.
"Por primera vez en 50 años, una mayoría conservadora, una mayoría extrema de la Corte Suprema está a punto de decretar que las mujeres no tengan control sobre sus propios cuerpos", alertó con tono grave el jefe de los demócratas del Senado, Chuck Schumer, justo antes de la votación.
Los republicanos se opusieron en bloque a este proyecto de ley, acusando a los demócratas, a través de su líder Mitch McConnell, de querer ofrecer "abortos a pedido". El senador demócrata Joe Manchin, ya sepulturero de varias iniciativas importantes de Biden, votó con la oposición republicana.
El presidente estadounidense criticó el resultado de la votación.
"Los republicanos en el Congreso -ninguno de los cuales votó a favor de este proyecto de ley- han optado por oponerse al derecho de las mujeres estadounidenses a tomar las decisiones más personales sobre sus cuerpos, sus familias y sus vidas", dijo en un comunicado.
Su partido organizó esta votación tras la extraordinaria filtración, el pasado 2 de mayo, de un borrador de fallo de la Corte Suprema, según la cual el máximo tribunal estadounidense se disponía a revocar la histórica sentencia de 1973 Roe vs. Wade, que consagra el derecho al aborto en todo el país.
Si la Corte Suprema revocara esa jurisprudencia, cada estado sería libre de prohibir o autorizar la interrupción voluntaria del embarazo.
Veinte estados conservadores ya han prometido volver a penalizar el aborto.
A los gritos de "mi cuerpo, mi elección", una treintena de miembros de la Cámara de Representantes, donde el proyecto de ley rechazado en el Senado había sido adoptado en septiembre, acudieron a ver la votación en la Cámara Alta para impugnar su fracaso. Dentro de este grupo, hay varias legisladoras que dijeron públicamente haber abortado.
Desde que se conoció el borrador de sentencia de la Corte Suprema, grupos de personas, más o menos densos, acuden todas las tardes a manifestar su enfado frente al templo estadounidense de la ley, un imponente edificio de mármol blanco protegido ahora por una valla.
Y algunos manifestantes protestan incluso frente a la residencia de los jueces conservadores de la Corte.
Varias organizaciones progresistas han convocado a marchar en masa el 14 de mayo en Estados Unidos para proteger el acceso al aborto.
Cuatro actos importantes están previstos en Washington, Nueva York, Chicago y Los Ángeles, y se organizan cientos de mítines en el resto del país.
Biden prometió involucrarse personalmente en la batalla, e instó a los estadounidenses a "elegir candidatos a favor" del derecho al aborto en las elecciones legislativas del 8 de noviembre.
Quiere así ampliar la mayoría de demócratas en el Senado, con la esperanza de poder luego aprobar una ley federal que proteja el acceso al aborto.
Pero las elecciones de mitad de mandato son siempre muy peligrosas para el partido de gobierno, y es muy posible que los demócratas pierdan sus estrechas mayorías en el Congreso.