Seis de cada 10 adultos jóvenes en México padecen el síndrome de ojo seco, una condición en constante aumento debido al uso indiscriminado de dispositivos móviles, alertaron este martes un especialista.
"Esta condición se ha convertido en una de las secuelas más importantes de la pandemia global que se vive actualmente, ya que el 90 % de los usuarios de dispositivos móviles lo padece", dijo en conferencia de prensa Jesús Jiménez Román, oftalmólogo especialista en glaucoma.
En el Día Mundial de la Visión, que se celebra el 10 de octubre, el experto destacó que debido a las medidas de confinamiento y distanciamiento social debido a la pandemia se han incrementado los tiempos de exposición a monitores de dispositivos "lo que ha aumentado esta condición en la población más joven".
El también jefe del Servicio de Glaucoma en la Asociación para Evitar la Ceguera en México dijo que el síndrome de ojo seco es una enfermedad común de múltiples factores, causada por la falta crónica de lubricación y humectación sobre la superficie del ojo.
Este padecimiento puede provocar molestias, irritación, enrojecimiento, alteración en la vista, intolerancia a la luz, pesadez en los párpados y visión borrosa.
Detalló que este síndrome es una condición que a escala mundial afecta hasta al 20 % de la población y prevalece principalmente en mujeres. Mientras que en México, un 60 % de los jóvenes se ven afectados.
El especialista agregó que las lágrimas son indispensables para mantener humectados los ojos, eliminar partículas extrañas y evitar padecer síndrome de ojo seco.
Mientras que quienes ya viven con este padecimiento deben disminuir, en la medida de lo posible, productos que aumentan la irritación ocular, usar lentes de sol al exponerse a los rayos UV, tener cuidado al cambio brusco de temperaturas y flujo del aire.
Además de organizar descansos para la vista y parpadear constantemente, así como bajar la intensidad de la luz de los dispositivos móviles. Y principalmente, apoyarse de lágrimas artificiales, comúnmente llamados lubricantes oculares, para mitigar las molestias.
El envejecimiento de la población, los cambios en los estilos de vida y el acceso limitado a la atención oftalmológica, en particular en los países de ingresos bajos y medios, son algunos de los principales factores que impulsan el aumento del número de personas con deficiencia visual.
En México, se estima que hay 2,3 millones de personas con deficiencia visual y más de 415.000 con ceguera.
Jiménez Román destacó que los principales factores de riesgo para desarrollar estos padecimiento están relacionados a la edad y sus consecuencias más comunes son:
Cataratas, glaucoma, degeneración macular, retinopatía diabética, opacidades corneales y afecciones oculares infantiles causadas por carencia de vitamina A.
Aunque la mayoría de estos padecimientos son evitables, en México, dijo el experto, es baja la cultura de la prevención, lamentó el experto.