El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, dijo este viernes que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se "asustó" con el lanzamiento del nuevo misil hipersónico ruso Oréshkin contra territorio de su país.
"Con respecto a la reacción a nuestra respuesta (...) Zelenski se asustó. Comenzó a culpar a sus amos de que lo han dejado indefenso ante esa acción de la Federación Rusa", dijo durante una rueda de prensa en la ciudad bielorrusa de Brest.
Lavrov consideró que, ya sólo por eso, el lanzamiento del misil Oréshkin contra una fábrica de armamento en la región de Dnipró fue "útil".
Además, acusó a Occidente no de permitir a Ucrania atacar territorio ruso con misiles de largo alcance, si no de autorizar a sus propios militares a llevar a cabo dichos lanzamientos.
"Dicen que permitieron a Zelenski emplear esos misiles. Ellos mismos se autorizaron. Eso lo entienden perfectamente todos. El presidente ruso lo ha dicho en varias ocasiones. Sin su participación directa, ninguno de esos misiles habría volado a ninguna parte", señaló.
El jefe de la diplomacia rusa también consideró que, al aprobar ataques contra objetivos en territorio ruso, la Administración saliente en Estados Unidos se propone dejar "el peor legado posible" al futuro inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.
En su mensaje a la nación el presidente ruso, Vladímir Putin, confirmó el jueves el ataque contra una fábrica de armamento en la región de Dnipró con un misil balístico hipersónico Oréshnik.
"Nos reservamos el derecho a utilizar nuestras armas contra objetivos militares de aquellos países que permiten que sus armas se utilicen contra nuestras instalaciones", aseveró.
En caso de una nueva "escalada" en Ucrania, advirtió, Moscú responderá de manera "decisiva y simétrica".
"El mundo debe responder. En este momento, no hay una reacción fuerte del mundo. (El presidente ruso, Vladímir) Putin es muy sensible a esto. Nos está poniendo a prueba, queridos socios", dijo Zelenski en su tradicional discurso nocturno a la población.
El presidente ucraniano, quien aseguró que el uso de un misil balístico contra Ucrania "es una prueba más de que Rusia no tiene ningún interés en la paz", subrayó que el jefe del Kremlin debe sentir "el coste de sus desquiciadas ambiciones".
"Se necesita una respuesta. Hay que presionar. Hay que forzar a Rusia a una paz real, que sólo puede lograrse mediante la fuerza. De lo contrario, habrá interminables ataques rusos, amenazas y desestabilización, no sólo contra Ucrania", aseveró.