Europa tiene problemas para contener una crisis de energía que pudiera llevar a apagones rotativos, cierres de fábricas y una profunda recesión.
La causa principal: Rusia ha cortado los suministros de gas natural barato de los que el continente ha dependido durante años para alimentar fábricas, generar electricidad y calentar hogares. Eso ha forzado a gobiernos europeos a una búsqueda desesperada de nuevos proveedores y de formas para aminorar el impacto cuando el crecimiento económico se desacelera y suben las cuentas de electricidad de los hogares.
La crisis se profundizó cuando la exportadora estatal rusa Gazprom dijo que el principal gasoducto que trasporta gas a Alemania seguirá cerrado debido a un derrame. Dice que no puede reparar el problema debido a las sanciones que prohíben muchas transacciones con Rusia.
Los funcionarios europeos dicen que eso es chantaje de combustible, dirigido a presionar y dividir la Unión Europea en su respaldo a Ucrania contra la invasión rusa.
Seguidamente, las gestiones más recientes de Europa para evitar un desastre energético:
Prácticamente sí. El cierre del gasoducto Nord Stream 1 significa que los envíos de gas ruso han caído 89% respecto al año pasado. Rusia suministraba 40% del gas natural de Europa y aún más a Alemania, donde el bajo costo de la energía era un pilar de la economía.
Un poco de gas ruso sigue fluyendo a Europa a través de un gasoducto que pasa por Ucrania y Eslovaquia y otro que cruza el Mar Negro a Turquía y a Bulgaria. Rusia comenzó a reducir los suministros el verano pasado, antes de que comenzase la guerra en Ucrania, y entonces se dispararon los precios del gas natural. Entonces, Gazprom cortó los suministros a varios países europeos después que estos respondieron a la guerra prohibiendo muchas transacciones con bancos, negocios y personas.
Las reducciones han provocado un alza considerable de los precios del gas natural, que han alcanzado récords en las últimas semanas. Dada la lenta restricción de suministros por Rusia, los expertos dicen que Europa necesita prepararse para recibir cero ruso este invierno.
Los altos precios del combustible amenazan ya con causar una recesión este invierno con una inflación récord y menos dinero para gastar en el consumo a medida en que suben los costos de alimentos, combustibles y electricidad. Un corte total de los suministros pudiera asestar un golpe aún más duro a una economía ya en problemas.
Además de la generación de electricidad y la calefacción, el gas se usa en una vasta gama de procesos industriales en los que la mayoría de la gente ni siquiera piensa: la forja de acero para automóviles, la producción de botellas de vidrio y la pasteurización de leche y quesos.
Las compañías advierten que a menudo no pueden cambiar de la noche a la mañana a otras fuentes de energía tales como aceite combustible o electricidad para producir calor. Y ahora que todo el mundo busca fuentes alternativas, los precios del petróleo y el carbón también han aumentado.