Fuerzas rusas lanzaron bombardeos aéreos de gran envergadura a través de toda Ucrania, tras los que se escucharon también explosiones en la capital Kiev, indicaron el jueves las autoridades locales, mientras persiste la cruenta batalla para controlar Bajmut.
Desde octubre, tras varios reveses militares en el terreno, Rusia golpea instalaciones claves de Ucrania con misiles y drones, cortando los servicios de agua y electricidad de millones de personas, que se quedaron sin calefacción en el invierno glacial.
En la capital Kiev, el alcalde Vitali Klitschko reportó el jueves explosiones en el distrito sureño de Holosiivskyi.
"Todos los servicios se dirigen al punto", indicó Klitschko en redes sociales.
En la región de Járkov, el gobernador Oleg Synegubov informó que "el enemigo lanzó unos 15 bombardeos contra la ciudad y la región. Los ocupantes una vez más atacaron infraestructuras críticas".
Este responsable precisó que, "según la información preliminar, un edificio residencial privado en la región de Járkov fue golpeado". La información sobre víctimas y la escala del daño se está "aclarando", agregó.
El alcalde de la ciudad, Igor Terekhov, dijo que la "infraestructura energética" fue atacada y que había "problemas" con el suministro energético en partes del municipio.
Las instalaciones energéticas de Járkov ya habían sido golpeadas por los ataques rusos desde mediados de enero.
Lo mismo ocurrió en la región de Odesa, donde el gobernador Maksym Marchneko aclaró que "afortunadamente no hubo bajas", aunque fue necesario adoptar "restricciones en el suministro eléctrico".
Marchneko dijo que los bombardeos "golpearon la infraestructura energética de la región y dañaron edificios residenciales", tras un "masivo ataque con misiles".
Los sistemas de defensa aérea fueron activados en la región de Kiev, según la administración militar local.
El gobernador de la región occidental de Jmelnitsky, Segiy Gamaliy, urgió a los pobladores a "permanecer en refugios", tras advertir que "el enemigo está atacando la infraestructura crítica del país".
Esos ataques de gran envergadura ocurren poco después de que los 27 ministros de Defensa de la Unión Europea (UE), reunidos en Estocolmo con su par ucraniano, Oleksii Reznikov, negociaron un plan de suministro de misiles y municiones a Kiev por un valor de hasta 2.000 millones de euros (unos 2.100 millones de dólares).
A mediados de febrero, Moscú lanzó un ataque "masivo" con decenas de misiles contra plantas de generación eléctrica que dejaron a Ucrania sin parte importante de su suministro eléctrico.
Kiev anunció posteriormente que había recuperado suficiente producción eléctrica para evitar apagones, tras meses de restricciones por los constantes ataques rusos.
Por su parte, el jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, Yevgueni Prigozhin, anunció el miércoles que había tomado la parte oriental de Bajmut, una pequeña ciudad del este de Ucrania en el centro de los combates desde hace meses, pese a su discutido valor estratégico.
Bajmut podría caer "en los próximos días", advirtió el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien agregó que "esto no necesariamente refleja un punto de giro en la guerra".
Por su parte, la directora de inteligencia nacional de Estados Unidos, Avril Haines, señaló que el ejército ruso probablemente no logrará "grandes conquistas territoriales" este año en Ucrania, y al parecer se conformará con objetivos menores.