Un piloto de JetBlue Airways fue retirado de sus labores en un vuelo de Nueva York por presentarse significativamente ebrio.
De acuerdo con los informes, James Clifton, de 52 años, superó más del doble del límite legal en una prueba de alcoholemia por lo que fue retirado de un vuelo antes de que éste lo llevara al despegue.
El incidente que pudo haber provocado una desgracia en los aires fue prevenido por un agente de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA por sus siglas en inglés) que se dio cuenta que el piloto trataba de abordar el vuelo en malas condiciones, aunque no identificó la situación de forma inmediata.
Minutos después de que el pilotó pasó por la puerta de seguridad, el agente contactó a la policía del Aeropuerto Internacional de Buffalo, ubicado en el Cheektowaga, Nueva York para reportar al piloto.
Posteriormente las autoridades sacaron a James de la cabina de un vuelo programado para salir hacia Fort Lauderdale, Florida y confirmaron que pretendía volar bajo los efectos del alcohol.
En un comunicado hecho por la Autoridad del Transporte de la Frontera del Niágara (NFTA) se dijo que Clifton fue sometido a una prueba de alcoholemia y alcanzó un nivel de alcohol en sangre (BAC) de 0.17 por ciento, más del doble legal de BAC de 0.8 en el estado de Nueva York y más de cuatro veces el límite de 0.04 que establece la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA).
Luego de la prueba, el hombre fue sacado bajo custodia policial y entregado a la seguridad de JetBlue que dijo que realizaría su propia investigación y destruiría a James de sus funciones hasta nuevo aviso, hasta las últimas actualizaciones se supo que podría enfrentar cargos federales los próximos días.
Debido al incidente, el vuelo fue retrasado al menos cuatro horas antes de despegar y aterrizar en Fort Lauderdale, según el seguimiento de Flight Aware.
En un comunicado separado, la FAA señaló que sus regulaciones de vuelo y seguridad prohíben el uso de drogas y alcohol entre los pilotos mientras están en servicio o dentro de las ocho horas previas a “realizar tareas de vuelo”, esto con el objetivo de salvaguardar a los pasajeros de un posible accidente fatal o negligencia del personal.
“Las regulaciones de la FAA prohíben que los pilotos vuelen o intenten volar un avión dentro de las ocho horas posteriores al consumo de alcohol o si tienen una concentración de alcohol de 0.04 por ciento o más. La agencia se toma estos asuntos en serio”.
Este tipo de incidentes son raros de ver en aeropuertos de Estados Unidos; sin embargo, suceden.
En 2019 se reportó que dos pilotos de United en Escocia fueron sacados de sus vuelos y arrestados por sospechas de intoxicación por alcohol. Este hecho hizo que la empresa cambiara sus políticas sobre el consumo de alcohol; de ocho horas pasó a 12 horas previas.
Por su parte, en el mismo año, un piloto de American Airlines fue retirado de sus labores por presentarse en un vuelo planeado para partir de Manchester, Reino Unido a Filadelfia, Estados Unidos.
El hombre fue sentenciado en Manchester por su irresponsabilidad a pesar de las defensas de sus abogados.
“Dado el riesgo que se asumió, los numerosos pasajeros a bordo se pusieron en riesgo, en mi opinión, es demasiado grave”, sentenció el juez.
No te pierdas de las últimas noticias de Vive Usa en Google News, síguenos aquí