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Expertos en balística llevaron a cabo este viernes una reconstrucción de la matanza perpetrada en 2018 en una escuela secundaria de Parkland, en el sur de Florida, como parte de una investigación contra un policía acusado de no actuar contra el autor del tiroteo.
La prueba tuvo lugar en el edificio de tres plantas del centro Marjory Stoneman Douglas donde Nikolas Cruz mató a tiros a 14 alumnos y tres adultos, el 14 de febrero de 2018.
Los expertos tenían previsto realizar 139 disparos con un fusil semiautomático AR-15 -el mismo usado por Cruz- y municiones reales, mientras técnicos grababan el sonido de los tiros.
Pero no está claro si pudieron hacer toda la prueba, ya que reporteros de medios locales apenas oyeron cuatro disparos desde las afueras de la escuela.
El objetivo de la reconstrucción era saber qué oyó Scot Peterson, el entonces encargado de la seguridad del establecimiento, durante los seis minutos que duró el tiroteo.
Aquel día, el policía no entró en el lugar de la masacre tras oír los primeros disparos de Cruz, un exalumno de la escuela, sino que buscó refugio en un edificio cercano donde permaneció 48 minutos y llamó a refuerzos.
Peterson, de 60 años, siempre aseguró que no había intervenido al no saber de dónde procedían los tiros. Sin embargo, familiares de las víctimas lo demandaron por considerar que había huido por cobardía, eludiendo sus obligaciones.
En junio, un tribunal absolvió al policía de delitos de negligencia infantil, en el primer juicio criminal de Estados Unidos contra un agente acusado de inacción durante un tiroteo escolar.
La prueba de este viernes se realizó en el marco de un caso civil contra Peterson, en el que familiares de las víctimas y supervivientes piden una compensación por daños y perjuicios.
La matanza de Parkland reavivó el debate sobre el control de armas en Estados Unidos. Cruz, que tenía entonces 19 años, compró legalmente el arma utilizada en la escuela, pese a tener problemas de salud mental.
Un tribunal lo condenó el año pasado a cadena perpetua después que el jurado no alcanzara la unanimidad necesaria para imponerle la pena capital.
El edificio donde Cruz mató a 17 personas e hirió a otras 17 se mantuvo intacto hasta ahora para permitir investigaciones policiales. Las autoridades locales tienen previsto derribarlo este año.