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El supermercado Walmart de El Paso, Texas, donde en agosto pasado ocurrió una masacre de manos de un joven armado con un fusil, reabrió sus puertas este jueves sin dejar de recordar a las 22 víctimas mortales del tiroteo.
Lu Saldívar, una clienta del propio establecimiento, dijo a Efe que "en realidad tenía la intención de venir porque cuando veníamos a lo de las ofrendas se sentía algo, algún sentimiento".
"Ahorita que entramos, que entró todo el mundo, pues es pura algarabía, entra uno y te dan la bienvenida. Todo el mundo aplaude y grita y te dicen 'bienvenido', te dice 'gracias por venir' y entonces eso me hizo sentir bien", agregó Saldívar.
Los empleados del comercio, que en su gran mayoría se mostraron afectados emocionalmente por el suceso y recibieron ayuda psicológica por parte de la empresa, dijeron por su parte estar listos para la reapertura y para recibir con mucho cariño a los compradores paseños.
Martha Zaragoza, empleada de este supermercado, afirmó a Efe que "no va a pasar nada, esa persona mató mucha gente pero a nosotros no nos va a matar en vida, la vida sigue y hay que seguir viviendo y aquí en Walmart no va a pasar".
El pasado 3 de agosto, Patrick Crusius, un joven estadounidense que condujo varios kilómetros desde otra localidad de Texas, asesinó a 22 personas, 8 de ellas mexicanas, en este centro comercial de El Paso.
El tiroteo se produjo en la mañana de un sábado en estos grandes almacenes del sur de la ciudad, fronteriza con México y con cerca de 700.000 habitantes.
Los almacenes comerciales contaban con gran afluencia de clientes para realizar compras de cara al inicio del curso escolar.
Crusius, que se encuentra detenido y a la espera de una posible condena a muerte por parte de la Fiscalía, reconoció que, "una vez que llegó a la tienda, abrió fuego usando un (rifle de asalto) AK-47 y disparando a múltiples víctimas inocentes", según informes de la investigación.
El autor de la matanza, de 21 años, había publicado un manifiesto en internet en el que se hacía eco del discurso contra la inmigración del presidente Donald Trump y alertaba de una "invasión hispana en Texas".
Por su parte, los ciudadanos de El Paso intentan este jueves continuar con su vida normal después de aquel terrible suceso que le dio la vuelta al mundo.
Directivos de Walmart esperan terminar en diciembre las obras del monumento que se construye en el estacionamiento de la tienda, en honor a las víctimas de la masacre.
Horas después de ese tiroteo masivo, otro joven abrió fuego en una zona de ocio de Dayton (Ohio) asesinando a nueve personas, entre ellas su hermana, antes de ser abatido.
Justo un mes después del tiroteo de El Paso, Walmart anunció que como empresa dejaría de vender munición para armas cortas tras los sucesos acaecidos en Texas. EFE