La fiscal en el caso contra un ranchero de Arizona acusado de matar a un hombre mexicano en su propiedad afirmó el miércoles durante una audiencia que el ranchero abrió fuego contra unas ocho personas desarmadas afuera de su casa.
Kimberly Hunley, vicefiscal del condado Santa Cruz en Nogales, Arizona, hizo la aseveración el mismo día en que el tribunal hizo público un documento que ella entregó el martes, en el que aseveró que George Alan Kelly empezó a dispararle “de la nada” al grupo el 30 de enero, sin darles previo aviso ni pedirles que se fueran.
Kelly, de 73 años, enfrenta un cargo de homicidio en primer grado por la muerte de Gabriel Cuen Butimea, quien vivía justo al sur de la frontera en Nogales, México. Documentos de tribunales estadounidenses muestran que Cuen fue convicto de ingreso ilegal y deportado a México varias veces, la más reciente en 2016.
Posteriormente, otros dos miembros del grupo presentaron denuncias ante los cuerpos policiales, llevando esta semana a las autoridades a modificar el proceso contra Kelly para incluir dos cargos de asalto con agravantes “usando un fusil, un arma mortal o instrumento peligroso” al abrir fuego en su finca en Kino Springs justo afuera de Nogales, Arizona.
El documento de Hunley dice que los comentarios de Kelly contradicen lo que los miembros del grupo le dijeron a las agencias policiales, y que las afirmaciones del hacendado han ido cambiando con el tiempo.
“Kelly le disparó a un hombre desarmado por la espalda cuando estaba huyendo, además de dispararle a otros individuos sin aviso ni provocación alguna”, alega Hunley en su registro, al argumentar en contra de otorgarle libertad a Kelly con el pago de una fianza de un millón de dólares en efectivo.
Escribió que el grupo “no presentaba amenaza alguna contra él ni contra su familia” y sin embargo Kelly “les disparó repetidamente con un AK-47, alcanzando y matando a uno de ellos”.
La abogada de Kelly, Brenna Larkin, ha dicho que Kelly no mató al hombre, pero él reconoce que horas antes ese mismo día efectuó disparos de advertencia por encima de un grupo de contrabandistas que encontró en su propiedad con fusiles AK-47 y mochilas.