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La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), acaba de encontrar una extraña base debajo del Polo Norte, hallazgo que ha encendio las alertas entre los científicos y la propia gente.
Pero… ¿de quién es la base y qué significa que la NASA la haya encontrado? ¿se trata de una base alienígena? Aquí te decimos lo que se sabe hasta el momento del descubrimiento.
Recientemente, un radar sofisticado de la agencia espacial, hecho para estudiar las capas de hielo de la región de Groenlandia, detectó una base ubicada a 30 metros por debajo del Polo Norte.
De acuerdo con las primeras investigaciones, la base no tiene que ver con vida extraterrestre en la Tierra ni de una invasión como se ha comentado en redes sociales, sino que se trata de una construcción vinculada a la Guerra Fría, que data de 1959.
Alex Gardner, un científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA explicó en un informe que la base fue descubierta por colegas que utilizaron un radar de alta precisión para estudiar las capas polares.
“Estábamos buscando el lecho de hielo y apareció Camp Century. Al principio no sabíamos qué era”, dijo Gardner.
Con el uso de sus herramientas de investigación, la NASA encontró que la base Camp Century fue una instalación militar encubierta del ejército de Estados Unidos que podría datar de 1959 y que fue abandonada alrededor de 1967. Al parecer fue construida por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos para ser utilizada para probar el despliegue de armas nucleares y métodos de construcción en el Ártico durante la Guerra Fría.
En la base se encontró un centro de control, pero también viviendas, un hospital, un laboratorio, una iglesia, una biblioteca y otros espacios recreativos conectados por túneles.
¿Es peligrosa la base descubierta por la NASA?
Los expertos de la agencia espacial creen que la base podría ser potencialmente peligrosa en caso de ser desmantelada o que el derretimiento del Polo Norte la exponga a la superficie.
De acuerdo con las investigaciones, la base funcionó con el PM-2A, el primer reactor nuclear portátil; en el presente, el interior de la base podría haber material radioactivo, además de residuos biológicos y químicos que podrían poner en peligro el entorno.
Las posibilidades de que esto sucede son latentes debido al aceleramiento del cambio climático que está derritiendo el Polo Norte.
“Cuando analizamos las simulaciones climáticas, sugirieron que, en lugar de nevadas perpetuas, parece que, ya en 2090, el sitio podría pasar de nevadas netas a derretimiento neto. Una vez que el sitio pase de nevadas netas a derretimiento neto, es solo cuestión de tiempo antes de que los desechos se derritan; se vuelve irreversible”, dijo William Colgan, un científico vinculado al descubrimiento.