La fascitis necrosante, mejor conocida como bacteria "come-carne”, se propaga por el cuerpo rápidamente y puede causar la muerte, si no se trata inmediatamente.
La bacteria "come-carne" suele estar en aguas cálidas y ataca a personas que se bañan con una herida abierta.
Según los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), una de cada tres personas que contrae la fascitis necrosante muere.
Desde 2010 se han diagnosticado en Estados Unidos entre 700 y 1.200 casos al año de fascitis necrosante, pero la cifra real es seguramente mayor, según los CDC.
La bacteria por lo general ingresa en el organismo a través de una cortadura leve o un rasguño y puede causar una infección grave con posibilidad de destruir músculos, piel y otros tejidos.
En ocasiones es necesario eliminar la zona afectada mediante cirugía. Es muy raro que la infección se pase a otra persona.
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