El presidente de Rusia, Vladímir Putin, respondió hoy con deseos de "buena salud" al ataque personal de su homólogo estadounidense, Joe Biden, quien dijo que le consideraba un asesino, en una entrevista televisada que ha puesto al rojo vivo las relaciones entre Moscú y Washington.

"En cuanto a las declaraciones de mi colega estadounidense, nosotros, como él dijo, nos conocemos personalmente. ¿Qué le contestaría? Yo le diría: 'Tenga buena salud'. Le deseo buena salud", dijo Putin en una videoconferencia con representantes de la sociedad de Crimea transmitida por la televisión estatal. 

El jefe del Kremlin añadió acto seguido que decía esto "sin ironía y no en broma" acerca de Biden, de 78 años.

VALORAR ES COMO MIRARSE AL ESPEJO 

El mandatario no se reservó ningún dardo y recordó que cuando él era niño en las discusiones en el patio se solía decir: "El que lo dice, lo es", en alusión al peligro que tiene el uso de determinados calificativos, en este caso el de asesino.

"En la historia de cada pueblo, de cada Estado, hay muchos acontecimientos duros, dramáticos y sangrientos. Pero cuando valoramos a otras personas o a otros Estados o a otros pueblos, es como si nos mirásemos en un espejo. Siempre nos vemos a nosotros mismos", apuntó en tono condescendiente. 

RUSIA SABRÁ DEFENDER SUS INTERESES 

Este miércoles, en una primera reacción a las declaraciones de Biden, Rusia llamó a consultas a su embajador en Washington, Anatoli Antónov, "con el fin de analizar qué hacer y en qué dirección avanzar en el contexto de las relaciones con EU".

El embajador llegará este sábado y permanecerá en la capital lo que haga falta para determinar el siguiente paso de Moscú. 

El Kremlin calificó hoy de "muy malas" las relaciones entre ambos países, pero Putin dejó claro que la Casa Blanca, quiera o no, tendrá que tener en cuenta los intereses de Rusia.

"Nosotros, aunque ellos crean que somos como ellos, somos distintos. Tenemos otro código genético y otro código ético-cultural. Pero sabemos defender nuestros intereses", enfatizó. 

Putin añadió que Rusia trabajará con Estados Unidos, pero en los campos que le interesen y sean provechosos para ella.

"Tendrán que tenerlo en cuenta. Tendrán que tenerlo en cuenta pese a todos los intentos de frenar nuestro desarrollo, pese a las sanciones y las ofensas", puntualizó. 

UNA FUTURA LLAMADA Y REACCIONES DIVERSAS 

Pocas horas después, el presidente ruso propuso a Biden mantener una conversación telefónica mañana o el lunes en lugar de lanzarse pullas, a fin de hablar de manera "abierta y directa" de las relaciones bilaterales, la estabilidad estratégica, la solución de conflictos y desafíos como la pandemia del coronavirus.

Las declaraciones de Biden, que además aseguró que Putin pagará por su intromisión en los procesos electorales estadounidenses, provocaron diversas reacciones en la clase política rusa, incluso con descalificaciones personales al jefe de la Casa Blanca. 

Cuando Dmitri Medvédev era presidente de Rusia entre 2008 y 2012, el demócrata era vicepresidente de Barack Obama y "entonces daba la impresión de que era una persona con un comportamiento adecuado", señaló Biden.

"Pero, a juzgar por todo, los años han pasado por él", añadió el que es actualmente vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, quien respondió a Biden con una cita del fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud: "No hay en la vida nada más costoso que la enfermedad y... la estupidez". 

UN PRETEXTO PARA IMPEDIR EL DIÁLOGO 

Por su parte, el líder del Partido Comunista de Rusia, Guennadi Ziugánov, afirmó que las declaraciones de Biden no son casuales, sino una provocación que busca bloquear las posibilidades de diálogo entre Moscú y Washington. 

"Lo han hecho a posta, para empeorar las relaciones e impedir el dialogo entre nuestros países", dijo Ziugánov. 

La llamada a consultas del embajador ruso en Washington fue calificada hoy como la "única acción posible en esta situación concreta" por el vicepresidente del Senado ruso, Konstantín Kosachov.

"Retirar al embajador es una medida muy fuerte, después de ella en realidad solo queda la ruptura de relaciones diplomáticas", dijo. 

UNA LÍNEA ROJA 

Confió en que los estadounidenses entiendan que es "una línea roja, tras la cual están la ruptura de relaciones, de iure o de facto (...), y una confrontación en todos los frentes que a nadie le gustará".

Estados Unidos "se ha jugado el todo por el todo a la carta antirrusa... Quizás, desde su punto de vista, era un buena apuesta, pero ya no funciona y lo que vemos ahora es la agonía de este enfoque", señaló a su vez la portavoz de Exteriores, María Zajárova.

Según la diplomática, más que en las relaciones bilaterales ruso-estadounidenses, Washington se ha metido a sí mismo en un callejón sin salida.

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