Las autoridades sanitarias estadounidenses saben que, con el tema del COVID-19, la población está harta de vacunas, pero aun así están haciendo un llamado a todos a que no se olviden de ponerse la vacuna contra la influenza.
La incidencia de gripe ha caído a niveles inéditos en medio de la pandemia. En Estados Unidos y Europa fue casi inexistente el invierno pasado, y el Hemisferio Sur acaba de pasar su segunda temporada de gripe en tiempos de pandemia, con pocos casos.
Pero ahora que están reabriendo escuelas y negocios y se están reanudando los viajes internacionales, la gripe amenaza con repuntar. La duda es si vendrá tímidamente o si resurgirá con furia, abrumando a los hospitales ya colmados con pacientes de COVID-19.
“La gente está harta de tener que salir a ponerse una vacuna”, admitió el doctor Richard Webby del St. Jude Children’s Research Hospital en Memphis.
Sin embargo, después de 18 meses de poca exposición al virus de la gripe “es posible que como población ya no tengamos tanta inmunidad contra este virus comparado con antes”, indicó Webby.
“Es perfectamente lógico salir y ponerse esta vacuna que por lo menos evitaría síntomas que podrían ser bastante severos”, añadió.
Aquí algunas preguntas y respuestas sobre el tema de las vacunas contra la gripe:
Las autoridades sanitarias estadounidenses recomiendan que prácticamente todo el mundo se ponga la vacuna contra la gripe, a partir de los seis meses. Los más vulnerables son los mayores de 65 años, los niños pequeños, las mujeres embarazadas y los que sufren de ciertas condiciones de salud como dificultades cardiacas o respiratorias.
Es cierto que la incidencia de gripe ha bajado mucho, gracias en parte a las medidas de prevención contra el COVID-19, como quedarse en casa casi todo el tiempo y ponerse la mascarilla. Pero también es cierto que en el verano, en lugares donde se levantaron tales medidas, hubo un inusitado aumento de niños hospitalizados con otro virus, llamado RSV, que usualmente prolifera en el invierno. Ese es un portentoso augurio de lo que lo que pasará si repunta la incidencia de gripe.
Es muy difícil ofrecer un pronóstico de gripe. Pero este otoño ha habido un pequeño aumento con respecto al otoño del año pasado en algunos países como China, afirmó Webby, quien dirige un centro de combate a la gripe en la Organización Mundial de la Salud. Y hoy en día la población podría ser más vulnerable: Antes de la pandemia entre el 15% y el 30% de la población estaba expuesta a la gripe cada año y esa exposición ha desaparecido.
“Si la gripe logra aunque sea una presencia mínima, tendrá mucha más oportunidad de esparcirse esta temporada”, expresó Webby.
Ahora. Los expertos recomiendan hacerlo antes de fines de octubre. En Estados Unidos, es posible hacerlo en consultorios médicos, farmacias o en los departamentos de salud locales. Y la mayoría de las personas que tengan seguro de salud no tienen que pagar.
Las vacunas contra el COVID-19 te protegen del COVID-19; las vacunas contra la gripe te protegen contra la gripe. Son totalmente distintas. Uno puede sufrir ambos virus al mismo tiempo, o por separado.
“No sufra un golpe doble” y póngase ambas vacunas, recomienda el Colegio de Médicos de Emergencia de Estados Unidos. Actualmente en Estados Unidos, las vacunas contra el COVID-19 están disponibles para todos los mayores de 12 años.
Las vacunas contra la gripe no son tan potentes como otras vacunas, pero si a alguien le da gripe a pesar de la vacuna, sus síntomas muy probablemente serán mucho más leves.
Sí, las agencias de salud estadounidenses aseguran que no hay problema en ponerse las dos el mismo día en el mismo lugar.
R: La gripe evoluciona constantemente, y las vacunas disponibles cada año están diseñadas para combatir la variante que los expertos avizoran como la más probable. Este año, todas las vacunas contra la gripe ofrecidas en Estados Unidos protegen contra las cuatro variantes circulantes. Se puede hacer mediante la inyección tradicional, o mediante un aerosol nasal. También hay vacunas especialmente diseñadas para fortalecer los sistemas inmunológicos de los ancianos. También hay un tipo especial de vacunas para la gente alérgica a los huevos, que se usan para fabricar las inoculaciones.
Las autoridades de salud estadounidenses prevén tener entre 188 millones y 200 millones de dosis. El invierno pasado se distribuyeron casi 194 millones de vacunas, una cifra récord.