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Autoridades de una localidad en Canadá se disculparon públicamente luego de que policías y bomberos tiraron un cadáver de una mujer a la basura al confundirlo un maniquí.
Los servicios de emergencias llegaron a una fábrica en Sherbrooke, Québec, para atender un incendio, la mañana del pasado 23 de julio.
Cuando los bomberos llegaron a la fábrica de Cabana Street, algunos testigos les contaron que alguien había incendiado un maniquí de silicón dentro del inmueble. Por ello, los vulcanos solicitaron el apoyo de la Policía.
Al analizar el plan para combatir el fuego, bomberos y oficiales acordaron tirar el maniquí en un contenedor de basura del servicio de Policía de Sherbrooke, al que no se permite el acceso al público.
Luego de que los bomberos arrojaron el cuerpo a la basura, el Departamento de Policía recibió un reporte de una persona que estaba desaparecida.
Los oficiales rastrearon la localización del celular de la mujer en un automóvil que estaba en el estacionamiento de la fábrica en la que se registró el fuego. Ante la coincidencia, un agente pensó en revisar el supuesto maniquí que habían arrojado al contenedor.
Luego de sacar el cuerpo de la basura, la persona que había reportado la desaparición identificó a la víctima del incendio.
Ante el escándalo, los jefes de los departamentos de Bomberos y Policía de Sherbrooke realizaron una conferencia de prensa para ofrecer disculpas por el incidente.
Además, las autoridades aseguraron que la familia de la mujer estaba enterada de cada detalle de la investigación de los hechos, en un intento por rectificar la falta de transparencia en el caso.
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