La Policía de Caminos inició una persecución en una carretera de Utah esta semana, al detectar a un automovilista a exceso de velocidad. Sin embargo, el agente se llevó una gran sorpresa cuando alcanzó al conductor.
Minutos antes del mediodía, el agente Rick Morgan registró una velocidad de 141 kilómetros por hora en un vehículo todoterreno que circulaba por la zona metropolitana de Ogden, en la carretera I-15.
Además del exceso de velocidad, el policía detectó que el automovilista tenía problemas para mantenerse derecho en un carril. Morgan sospechó que el conductor tenía alguna enfermedad que lo llevaba a manejar se esa forma.
Cuando logró que detuviera su marcha, el oficial no logró ver la cabeza del conductor desde la parte trasera del vehículo. Al avanzar más, encontró que un niño de cinco años manejaba la camioneta, sin ningún adulto a bordo.
El pequeño declaró que se dirigía a la casa de un familiar que vive en el estado de California y quería comprar un automóvil Lamborghini con los tres dólares que llevaba en la cartera.
La Policía de Caminos de Utah ubicó a su familia para devolverlo a casa y solicitar una explicación del incidente. La persona que se encontraba a su cargo era su hermano mayor, pero se quedó dormido y el pequeño aprovechó para escapar.
Las autoridades estiman que condujo casi dos kilómetros lejos de casa, por la carretera correcta para llegar hasta California desde Utah.
Hasta el momento no se han presentado cargos contra la familia, pues ninguna persona ni propiedad resultó dañada, según informaron las autoridades en Facebook.
pb