La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió al presidente Donald Trump el martes que sea un “sanador en jefe” y no un “atizador de las llamas” en medio de las protestas masivas contra el racismo y el abuso policial.
Durante una lectura de la Biblia, Pelosi evocó a presidentes anteriores —como George H.W. Bush tras los disturbios por el ataque brutal que sufrió Rodney King y Barack Obama tras la muerte de Eric Garner— como modelos de lo que debe ser un mandatario en épocas de crisis.
“Esperaríamos que el presidente de Estados Unidos siguiera el ejemplo de tantos mandatarios anteriores para ser un sanador en jefe y no un atizador de la llama”, dijo la legisladora.
Los demócratas criticaron el empleo de la fuerza para dispersar a una multitud de manifestantes pacíficos el lunes por la noche para que Trump pudiera salir de la Casa Blanca y hacerse fotografiar frente a una iglesia vecina.
Ante la vista del mundo, los demócratas preparan rápidamente investigaciones y una respuesta del legislativo a la violencia policial y la desigualdad racial que alimentan las protestas en ciudades de todo el país.
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Se han presentado más de 40 proyectos de ley, desde prohibir a la policía aferrar por el cuello a los detenidos hasta vedar la entrega de pertrechos militares a las policías locales.
El titular del bloque de senadores demócratas, Chuck Schumer, pidió al secretario de Defensa, Mark Esper, y al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, que se nieguen a permitir el uso de helicópteros militares y el lanzamiento de gases lacrimógenos contra los manifestantes.
En el Capitolio parcialmente cerrado, un legislativo que ha debido enfrentar la epidemia de COVID-19 ahora enfrenta una crisis creciente tras la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minnesota.