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El papa Francisco lanzó el martes una contundente crítica a los planes del gobierno del presidente para realizar deportaciones masivas de y advirtió que la expulsión forzada de personas únicamente por su estatus ilegal las priva de su dignidad inherente y “terminará mal”.

Francisco dio el extraordinario paso de abordar las medidas de Estados Unidos contra la migración en una carta dirigida a los obispos del país, en la que pareció dirigirse directamente a la defensa del programa de deportación por parte del vicepresidente JD Vance en términos teológicos.

El zar de la frontera de Estados Unidos, Tom Homan, respondió de inmediato, diciendo que Francisco debería dejar la aplicación de la ley fronteriza a su oficina y señaló que el Vaticano es un estado-ciudad rodeado de muros fortificados.

El primer pontífice latinoamericano de la historia ha convertido la atención a los migrantes en una prioridad de su papado, citando el mandato bíblico de “acoger al extranjero” al exigir que los países acojan, protejan, promuevan e integren a aquellos que huyen de conflictos, de la pobreza y de desastres climáticos. Francisco también ha dicho que se espera que los gobiernos hagan todo lo posible dentro de los límites de sus capacidades.

El jesuita argentino y el presidente Donald Trump ya han tenido desacuerdos sobre la migración, incluso antes de la primera administración de Trump, cuando Francisco en 2016 dijo famosamente que cualquiera que construya un muro para mantener fuera a los migrantes en lugar de puentes “no es cristiano”.

En la carta, Francisco afirma que los países tienen derecho a defenderse y a mantener a sus comunidades a salvo de delincuentes.

“Dicho esto, el acto de deportar personas que en muchos casos han dejado su propia tierra por motivos de pobreza extrema, de inseguridad, de explotación, de persecución o por el grave deterioro del medio ambiente, lastima la dignidad de muchos hombres y mujeres, de familias enteras, y los coloca en un estado de especial vulnerabilidad e indefensión “, escribió.

Citando el Libro del Éxodo y la propia experiencia de Jesucristo, Francisco reafirmó el derecho de las personas a buscar refugio y seguridad en otros lugares y describió el plan de deportación como una “gran crisis” que se desarrolla en Estados Unidos.

Cualquiera que esté educado en el cristianismo “no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición ilegal de algunos migrantes con la criminalidad”, dijo.

“Lo que se construye a base de fuerza, y no a partir de la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal terminará”, escribió.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo la semana pasada que más de 8,000 personas habían sido arrestadas en acciones de control migratorio desde que Trump asumió la presidencia el 20 de enero. Algunos han sido deportados, otros están detenidos en prisiones federales y otros están retenidos en la Base Naval de Guantánamo, en Cuba.

Vance, católico converso, defendió las medidas del gobierno con un concepto de la teología católica medieval conocido en latín como “ordo amoris”. Ha dicho que el concepto delinea una jerarquía de cuidado — primero a la familia, seguido por el vecino, la comunidad, los conciudadanos y, por último, aquellos en otros lugares.

En su carta, Francisco pareció corregir la comprensión de Vance sobre el concepto.

“El amor cristiano no es una expansión concéntrica de intereses que poco a poco se amplían a otras personas y grupos”, escribió. “El verdadero ordo amoris que es preciso promover, es el que descubrimos meditando constantemente en la parábola del ‘buen samaritano’ (…) es decir, meditando en el amor que construye una fraternidad abierta a todos, sin excepción”.

David Gibson, director del centro de religión y cultura en la Universidad de Fordham, dijo en una publicación en redes sociales que la carta de Francisco “apunta a cada una de las absurdas afirmaciones teológicas de JD Vance y sus aliados en el catolicismo conservador (y el electorado católico)”.

“El papa también contrarresta directamente la desinformación sobre la fe católica expuesta por el vicepresidente católico “, agregó a The Associated Press. “Y el papa apoya también a los obispos”.

La referencia de Vance al ordo amoris logró el apoyo de muchos miembros de la derecha católica en Estados Unidos, entre ellos, la Liga Católica, que le dio la razón sobre la jerarquía del amor cristiano.

En un texto publicado en Crisis Magazine, el editor Eric Sammons dijo que Vance simplemente recurría a la sabiduría de San Agustín, Santo Tomás de Aquino y las enseñanzas más generales de la Iglesia para insistir en amar las cosas en un orden.

“Para Agustín, cada amor, incluido el amor al prójimo, debe estar ordenado por debajo del amor a Dios “, escribió. “Esta jerarquía se extiende a nuestras relaciones humanas donde el amor por la familia, la comunidad y la nación debe preceder a nuestro amor por el mundo en general, no en intensidad, sino en prioridad de deber y responsabilidad”.

Homan, de fe católica, dijo que Francisco debería arreglar la Iglesia Católica y dejar la protección de la frontera estadounidense a su departamento.

“Él quiere atacarnos por asegurar nuestra frontera. Tiene un muro alrededor del Vaticano, ¿no es cierto?” dijo Homan a los reporteros en un video de The Hill publicado en X. “Así que tiene un muro alrededor que protege a su gente y a sí mismo, pero no podemos tener un muro alrededor de Estados Unidos “.

El Vaticano, un estado-ciudad amurallado de 44 hectáreas (108 acres) dentro de Roma, aumentó recientemente las sanciones para cualquiera que ingrese ilegalmente al territorio. La ley de diciembre prevé una pena de prisión de hasta cuatro años y una multa de hasta 25.000 euros (25.873 dólares) para cualquiera que ingrese con “violencia, amenaza o engaño “, por ejemplo, al evadir los puntos de control de seguridad.

La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos ya había emitido una declaración inusualmente crítica tras las órdenes ejecutivas iniciales de Trump. Dijo que aquellas “enfocadas en el tratamiento de inmigrantes y refugiados, la ayuda exterior, la expansión de la pena de muerte y el medio ambiente, son profundamente preocupantes y tendrán consecuencias negativas, muchas de las cuales perjudicarán a los más vulnerables entre nosotros “.

Fue una fuerte reprimenda de la jerarquía católica de Estados Unidos, que considera el aborto como la “prioridad preeminente” para los votantes católicos y que había aplaudido la decisión, tomada en 2022 por la Corte Suprema, de poner fin a las protecciones constitucionales para el aborto, la cual fue posible gracias a los jueces nombrados por Trump. Trump ganó 54% de los votos católicos en las elecciones de 2024, un margen más amplio que el 50% en las elecciones de 2020, donde ganó el expresidente Joe Biden, de fe católica.

No es infrecuente que un papa se dirija a los obispos o fieles de un país para entregar un mensaje específico. Pero es raro que un papa se pronuncie sobre un programa político específico de un país con tal carta, aunque la migración es ciertamente un tema que la Iglesia Católica de Estados Unidos ha tenido al frente de su agenda durante mucho tiempo.

Pero la migración no es la única área de conflicto en las relaciones entre Estados Unidos y el Vaticano.

El lunes, la principal organización benéfica del Vaticano, Cáritas Internationalis, advirtió que millones de personas podrían morir como resultado de la “despiadada” decisión de Estados Unidos de “detener imprudentemente” la financiación de la USAID. Cáritas pidió a los gobiernos que exhorten urgentemente al gobierno de Trump a revertir su curso.

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