El huracán Otis se fortaleció este martes a categoría 4, cerca de la costa suroeste de México, y se pronostica que puede convertirse en "potencialmente catastrófico" de alcanzar el quinto y máximo nivel, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense.
"Se pronostica que Otis sea un huracán potencialmente catastrófico de categoría 5 cuando el centro alcance la costa" la madrugada del miércoles, advirtió el NHC en su reporte, en momentos que el ciclón se ubica a 135 kilómetros al sur de Acapulco, Guerrero, y presenta vientos máximos de 230 km/hora.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) estimó que Otis impactará entre los municipios de Técpan de Galeana, una de las zonas más pobres del país, y el puerto turístico de Acapulco.
El gobierno de Guerrero suspendió clases y pospuso la presentación de un informe anual de gestión para abocarse a labores de prevención, según un comunicado.
"Lo más importante es reforzar la coordinación con autoridades (...) y las fuerzas armadas, con el claro objetivo de procurar el bienestar de la gente y evitar riesgos", dijo la gobernadora Evelyn Salgado, citada en el boletín.
Militares patrullaban las zonas cercanas a la costa de Acapulco (unos 380 km al sur de Ciudad de México), donde las actividades marinas y navegación de embarcaciones fueron suspendidas.
Personal de comercios cercanos a la playa se apresuraban a retirar el mobiliario de hoteles y restaurantes, mientras el cielo se nublaba, observó una colaboradora de la AFP.
También se informó de la suspensión de labores para los trabajadores del gobierno local, en tanto se invocó a la ciudadanía a atender las recomendaciones oficiales.
Autoridades de Protección Civil también realizan recorridos en lugares que serán habilitados como albergues, añadió el gobierno.
Las grandes tiendas de autoservicio como Walmart y la mexicana Aurrerá fueron cerradas la tarde del martes.
Acapulco fue azotada el 9 de octubre de 1997 por el huracán Paulina, que tocó tierra con categoría 4, dejando más de dos centenares de muertos, lo que lo convierte en uno de los más letales en la historia de México.
El SMN mantiene en alerta un tramo de casi 500 kilómetros entre Punta Maldonado y Zihuatanejo, en Guerrero, así como parte de la costa del vecino estado de Oaxaca (sur).
También emitió alertas por intensas lluvias y vientos en siete estados del sur y el centro del país.
El lunes, la ya extinta tormenta Norma dejó tres personas muertas tras impactar en el estado de Sinaloa (noroeste), luego de que el fin de semana tocara tierra como huracán en el sur de la turística península de Baja California, donde solo provocó daños materiales.
El paso hace dos semanas del poderoso huracán Lidia, que alcanzó la categoría 4 (con vientos de hasta 249 km/hora), dejó al menos dos muertos en los estados occidentales de Jalisco y Nayarit.
Por sus amplias líneas costeras en el Pacífico y el Atlántico, México es uno de los países más vulnerables al embate de huracanes, con al menos una decena de fenómenos climatológicos al año, todos con potencial de convertirse en grandes ciclones.
En octubre de 2015, la porción central de la costa del Pacífico sufrió el impacto de Patricia, el huracán más poderoso en los registros meteorológicos -con vientos sostenidos de 325 km/h y rachas de hasta 400 km/h-, pero sólo dejó daños materiales, pues tocó tierra en una zona deshabitada y montañosa.
En tanto, en septiembre de 2013 se registró otro fenómeno inédito en las costas mexicanas: de manera simultánea, la tormenta tropical Manuel entró por el Pacífico y el huracán Ingrid por el Golfo de México, con saldo de 157 muertos y al menos 1,7 millones de damnificados.
En octubre de 2005, el Caribe mexicano fue golpeado por Wilma, el huracán más costoso de la historia, que tocó tierra por Cozumel para después azotar lentamente por más de 48 horas a Cancún y la Riviera Maya. Dejó ocho muertos y más de 10.000 millones de dólares en pérdidas, sobre todo en lujosos hoteles.