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Un puente aéreo para desalojar a turistas y pobladores y llevar ayuda humanitaria empezó a operar este viernes en el aeropuerto del puerto mexicano de Acapulco, devastado por el poderoso huracán Otis que deja al menos 27 muertos.
Tres aviones estaban programados durante la mañana pues la pista de la terminal aérea no registra mayores afectaciones, detalló el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, durante la conferencia de prensa matutina presidencial.
"Ya se restableció el aeropuerto de Acapulco para un puente aéreo (...) con vuelos diurnos de líneas comerciales para evacuar turistas y población local y van a llegar médicos especialistas", detalló el funcionario.
Otis, que la madrugada del miércoles llegó como categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de 270km/h, es el huracán más poderoso que ha golpeado al estado de Guerrero, en la costa del Pacífico, además de que se fortaleció en pocas horas contra todos los pronósticos.
Un equipo de la AFP constató la llegada de decenas de personas, con maletas y mochilas, para abordar las naves de manera gratuita.
"Estamos muy felices y contentos, agradecidos con la vida, que nos da la oportunidad de continuar", dijo a la AFP Clara Elena Albo, originaria de la capital y quien vacacionaba con su esposo.
La terminal aérea luce severamente dañada, con decenas de vidrios rotos y escombros, además de que la torre de control y los sistemas de navegación están destruidos, por lo que los vuelos serán visuales.
Las vías aledañas al aeropuerto, una zona conocida como Punta Diamante, en donde hay hoteles de gran turismo y condominios de lujo, lucían aún los estragos del ciclón con edificios destruidos, junto con postes y árboles tirados.
"Hubo mucha desesperación, sin respuesta, sin saber cuándo nos íbamos a ir", dijo Lucina Ahuelican, de 40 años, antes de tomar el vuelo. Con sus dos hijas se quedó varada desde la noche del martes en la terminal.
La energía eléctrica y las comunicaciones telefónicas permanecen colapsadas en gran parte del puerto, donde habitan unas 780,000 personas y donde había miles de turistas pues la ocupación estaba al 50% de los 20.000 cuartos de hotel.
Muchos visitantes, principalmente capitalinos, han salido por tierra en automóvil o autobuses luego de que el jueves se reabrió la Autopista de Sol, que comunica con Ciudad de México en unas horas.
La cifra de fallecidos se mantiene en 27 mientras sigue la búsqueda de cuatro desaparecidos, tres de ellos de la Marina Armada, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que deben esperar a una valoración más detallada.
"Lamentablemente hubo pérdida de vidas humanas (...) pero no fueron tantas ante un fenómeno tan fuerte, tan impactante", afirmó el mandatario.
Ante la tragedia, el papa Francisco envió un telegrama en el que expresa sus condolencias, informó El Vaticano.
El sumo pontífice "ofrece fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, a la vez que pide al señor que hacer llegar su sentido pésame a los familiares de los difuntos", manifestó.
También se registran daños en 80% de los hoteles de este puerto que vive esencialmente del turismo, además de que numerosos comercios y casas han quedo en ruinas y hay calles inundadas de lodo y de árboles, postes y desechos caídos.
López Obrador dijo que se están definiendo apoyos económicos y se mediará para que el pago de las aseguradoras se agilice.