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En medio del desconcierto y la creciente inquietud por los saqueos a comercios ocurridos a dos meses de las reñidas elecciones presidenciales, el ministro argentino de Seguridad, Aníbal Fernández, atribuyó los desmanes a desconocidos que actúan coordinadamente para generar el desorden, mientras que un dirigente social afirmó que los instigó por la situación de pobreza que sufre el país.
“No son espontáneos, no es una casualidad... Acá había una vocación de generar alguna suerte de conflicto”, dijo Fernández el miércoles a periodistas, tras lo cual anunció la conformación de un comando unificado para resguardar el orden integrado por la Policía Federal, Prefectura (guardacostas), Gendarmería (fronteras) y Policía de Seguridad Aeroportuaria.
La situación provocó que negocios cerraran sus cortinas por temor a que se produzcan más asaltos grupales.
El martes más de 50 personas fueron detenidas acusadas de participar en saqueos a supermercados en distintos barrios de Buenos Aires. Por otro lado, centros comerciales fueron asaltados en las localidades de Moreno, José C. Paz y Escobar, situadas en las cercanías a la capital.
Los hechos se produjeron cuando la pobreza afecta a casi 40% de los argentinos y la inflación interanual es de 113,4%, de acuerdo a la última medición de julio.
Fernández dijo que carece de “datos fidedignos que hagan decir fulano o mengano son” los responsables.
Pero Raúl Castells, líder del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), sorprendió al afirmar desde anoche a medios de prensa que él está promoviendo esos hechos delictivos. Su grupo integra el llamado “movimiento piquetero” que recurre al corte de calles y rutas como medio de protesta.
“Nosotros somos los que estamos convocando, porque el gobierno quitó la provisión de alimentos para 11 millones de niños y adultos en todo el país desde hace tres meses”, dijo el veterano dirigente social, de 69 años. “Alcanza que ”.
Las declaraciones del dirigente social dispararon denuncias en su contra en la justicia por parte de miembros de fuerzas políticas.
Los desmanes ocurren a dos meses de las elecciones del 22 de octubre en las que el peronismo se juega el poder. El economista ultraderechista Javier Milei, quien ha irrumpido en el escenario cuestionando los “privilegios” que atribuye a dirigentes políticos tradicionales, se perfila como favorito en esos comicios en los que tendrá como mayores contendientes al ministro de Economía, Sergio Massa, y a la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, de la principal fuerza opositora Juntos por el Cambio.
Cerruti afirmó que en realidad no se han producido saqueos y que las imágenes de negocios atacados que han circulado en las redes sociales son falsas u obedecen a seguidores de Milei "porque son profundamente antidemocráticos y quieren desestabilizar”.
El candidato rechazó las acusaciones y sostuvo, al ser consultado sobre quién cree que estaría detrás de los hechos, que “puede que el gobierno, que para justificarse en su ineficiencia busque una caída precipitada o esté buscando con la complicidad de alguna fuerzas que están en Juntos por el Cambio establecer el estado de sitio”.
Milei dijo además que “es muy triste” ver imágenes que hacen recordar los desmanes ocurridos durante la gran crisis económica y política de 2001 y 2002.