Barack Obama dice que "no hay lugar para la violencia" tras tiroteo en mitin de Donald Trump, quien fue evacuado con sangre visible en su oreja derecha y tras escucharse aparentes disparos, de acuerdo con periodistas de la AFP.
El expresidente estadounidense y candidato republicano a las elecciones de noviembre se encuentra "a salvo" tras el incidente, informó poco después el servicio secreto, a cargo de la seguridad de presidentes y expresidentes en Estados Unidos.
Tras ser puesto en el suelo por su seguridad, Trump se levantó en breve rodeado de los agentes que lo escoltaron fuera del escenario hasta su vehículo con un puño en alto en señal desafiante, ante una multitud de sus partidarios.
"El Servicio Secreto implementó medidas de protección y el expresidente está a salvo. Ahora se trata de una investigación activa del Servicio Secreto y se publicará más información cuando esté disponible", dijo el jefe de comunicaciones del servicio secreto, Anthony Guglielmi, en X.
El equipo de campaña de Trump dijo por su parte que el republicano se encuentra "bien" y está siendo examinado en un centro médico.
"El presidente Trump agradece a las fuerzas del orden y a los primeros intervinientes por su rápida acción durante este acto atroz. Se encuentra bien y está siendo examinado en un centro médico local. Habrá más detalles", dijo su portavoz de campaña, Steven Cheung, en un comunicado.
Según la Casa Blanca, el presidente Joe Biden recibió "información inicial" de lo ocurrido.
"Vimos a mucha gente que se tiró al suelo, mirando con confusión. Escuché disparos, sonaron como petardos y una pistola de pequeño calibre", dijo John Yeykal de Franklin, Pensilvania, que asistía por primera vez a un mitin de Trump.
El del sábado era el último mitin de Trump antes de la convención republicana en la que será nominado oficialmente como candidato del Partido Republicano contra el presidente demócrata, en las elecciones de noviembre.
Las consecuencias de un acto tal en medio de la campaña presidencial son aún incalculables.
En los últimos días, la atención se ha centrado en el estado físico y mental de Biden, de 81 años, y en su capacidad para enfrentarse a Trump, de 78, después del debate del 27 de junio, marcado por el pobre desempeño del candidato demócrata tras el que unos 20 congresistas le han pedido que se retire.
La vicepresidenta, Kamala Harris, considerada como una posible alternativa, le aseguró de nuevo el sábado su lealtad y confianza durante un evento de campaña en Filadelfia (noreste), poco antes del mitin de Trump.
"Se trata de la elección más crucial, la de mayores consecuencias y la más importante de nuestras vidas y siempre hemos sabido que sería difícil", dijo Harris.
"Pero si sabemos algo, es que nuestro presidente Joe Biden es un luchador", añadió. "Seguiremos luchando. Seguiremos organizándonos. Y en noviembre, ganaremos", aseguró.