La unidad neoyorquina anti-crimen integrada por policías vestidos de civil será desmantelada, anunció el lunes el jefe de policía de la ciudad, en medio de protestas en todo Estados Unidos que exigen reformas en las fuerzas del orden tras la muerte de George Floyd.
El jefe de la policía de Nueva York (NYPD), Dermot Shea, dijo que los 600 policías que integran la unidad, criticada por minorías a raíz de su mano dura, asumirán otras responsabilidades.
"Este es un cambio sísmico en la cultura de cómo trabaja la policía de Nueva York en la ciudad", dijo Shea a periodistas.
La unidad se enfocaba en crímenes violentos y estuvo involucrada en algunos de los tiroteos más notorios de la Gran Manzana, según The New York Times.
"Es tiempo de avanzar y cambiar cómo vemos a la policía en esta ciudad. Podemos hacerlo con inteligencia, con astucia, y no con fuerza bruta", sostuvo Shea.
Estados Unidos es sacudido por manifestaciones masivas en todo el país tras la muerte de Floyd, un hombre negro, a manos de un policía blanco el 25 de mayo en Minneapolis.
Los manifestantes exigen reformas en la policía, incluidos grandes cortes presupuestarios, y el fin del racismo endémico y la brutalidad en las fuerzas del orden.
Policías neoyorquinos han sido filmados golpeando a manifestantes que no respetaron el toque de queda impuesto durante una semana para evitar saqueos.
Varios policías han sido disciplinados, y al menos uno fue inculpado por empujar y derribar a una manifestante que le preguntó por qué no podía caminar en la calle. La joven debió ser hospitalizada.
Para el jefe de la NYPD la medida equivale a la eliminación de la política municipal de detención y registro de residentes de barrios de alta criminalidad conocida como "stop and frisk", que tuvo como blanco indiscriminado a minorías negras, latinas y musulmanas, y fue impuesta por el exalcalde Mike Bloomberg.
El estado de Nueva York -como otros del país, ciudades y comunidades- ya había adoptado el viernes pasado un paquete de medidas destinadas a poner fin a la violencia policial contra los negros.
Una de las medidas prohíbe la maniobra de asfixia y lleva el nombre de Eric Garner, un hombre negro que murió asfixiado por la policía neoyorquina en 2014. La misma maniobra causó la muerte de Floyd, cuando el policía Derek Chauvin le apretó el cuello con su rodilla durante casi nueve minutos.
Otra medida anuló la cláusula 50a, que protegía a los oficiales acusados de atropellos.
Esta cláusula mantenía como confidencial todo el historial profesional de los policías, incluidas sus sanciones disciplinarias, e impedía al público saber si habían cometido abusos en el pasado.
La NYPD cuenta con más de 36.000 oficiales y es la mayor del país.
Desde entonces algunas otras ciudades como Minneapolis (Minnesota) o San Diego (California) han cambiado sus políticas al prohibir este tipo de técnica, que en 2014 causó la muerte de Eric Garner en la ciudad de Nueva York mientras era arrestado por vender cigarros en la calle.