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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el jueves que su propuesta para una revisión radical de los sistemas de inmigración incluye la exigencia de que los solicitantes aprendan inglés y sepan datos básicos sobre la historia y la sociedad estadounidense.
"Se les exigirá que aprendan inglés y pasen un examen de educación cívica antes de la admisión", dijo Trump al revelar su plan de reforma del sistema migratorio en una presentación en la Casa Blanca.
Dejando a un lado su dura retórica contra la inmigración ilegal, el presidente Donald Trump dijo el jueves que quería reclutar “gran talento” para el país mientras anunciaba sus más recientes planes para reformar las leyes de residencia tras años de reveses y estancamientos.
“Discriminamos a los genios”, dijo Trump de las actuales leyes, que afirmó favorecen en exceso a la inmigración basada en familia. “Discriminamos a la brillantez. Ya no lo haremos una vez que esto se apruebe”.
La nueva iniciativa, impulsada por Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, se centra en la seguridad fronteriza y en modificar el actual sistema de “green cards” (tarjetas de residencia permanente para inmigrantes) a fin de que favorezca a personas altamente calificadas, con carreras universitarias y que ya recibieron ofertas de empleo, y no a parientes de quienes ya están en Estados Unidos.
El cambio propuesto a un sistema basado en méritos que dé prioridad a empleados de alto nivel rompería con la estrategia actual basada en gran parte en la familia, que las autoridades dicen que otorga aproximadamente 66% de tarjetas verdes a personas con familiares y 12% a personas por habilidades.
El plan del presidente, develado en una ceremonia en la Casa Blanca, todavía debe aceptarla su propio partido —y los demócratas—, y se enfrenta a un futuro dudoso en el dividido Congreso. Trump intenta mostrar mayor flexibilidad en el tema con miras a la elección del 2020.
“Nuestro plan es a favor de los estadounidenses, los inmigrantes y los trabajadores”, dijo Trump y agregó que contrasta con el “caos” que —dijo— apoyan los demócratas.
“Nuestra propuesta cumple con nuestro deber sagrado con los que ahora viven aquí, mientras asegura que Estados Unidos siga siendo un país acogedor para los inmigrantes que se unirán a nosotros mañana”, agregó.
Desde hace tres décadas, los intentos de reformar el sistema inmigratorio no han llegado a ningún lado por las fuertes divisiones partidistas. Los prospectos de un acuerdo parecen particularmente débiles al acercarse las elecciones de 2020, aunque el plan podría darle a Trump y al Partido Republicano una propuesta con la cual hacer campaña, incluso cuando los demócratas manifestaron su oposición.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que el énfasis de Trump de la inmigración basada en méritos es “condescendiente” porque las familias también tienen mérito.
El plan no aborda qué hacer con las personas que viven sin permiso en Estados Unidos, entre ellos los llamados “dreamers”, los inmigrantes traídos al país cuando eran niños y una de las prioridades para los demócratas. Tampoco reduce las tasas generales de inmigración, como muchos republicanos conservadores quisieran.
En una sesión informativa con la prensa el miércoles a la que asistieron docenas de periodistas, funcionarios del gobierno dijeron que el plan podría crear un sistema de visas basado en puntos, similar al aplicado por Canadá y otros países.
Estados Unidos concedería el mismo número de “green cards” como hasta ahora, pero un número mucho mayor serían entregadas a estudiantes excepcionales, profesionales y personas con diplomas técnicos. Otros factores que serán tomados en cuenta son la edad, el dominio del inglés y las ofertas de empleo.
Un número mucho menor de “green cards” se otorgarán a las personas con parientes en territorio estadounidense. Podría ser eliminada la lotería de visas por diversidad, que ofrece residencia a ciudadanos de países con bajas tasas históricas de inmigración hacia Estados Unidos.
El gobierno pretende una reforma al sistema de asilo que reduzca el número de solicitudes que haya que procesar y facilite la deportación de las personas que no reúnan los requisitos.
Los funcionarios dijeron que en las próximas semanas podrían anunciarse más detalles.
No es la primera vez que la Casa Blanca de Trump presenta un plan de inmigración. Una propuesta de “cuatro pilares” presentada el año pasado fracasó debido a la falta de apoyo de los republicanos. Esta vez, la residencia presidencial ha asumido un papel más activo y redactó el texto para el legislativo.
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