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La ciudad de Nueva York dio a conocer su última arma en su larga guerra contra las ratas: una trampa a base de alcohol.
Esta esperanzadora solución es una máquina llamada Ekomille que atrae a las ratas con cebo y luego dispara una trampilla que las deja caer en un charco de líquido a base de alcohol.
"Las noquea y finalmente se ahogan", dijo a periodistas Anthony Giaquinto, presidente de Rat Trap Inc., que importa los dispositivos desde Italia.
La máquina funciona con baterías y se asemeja a un gabinete de aproximadamente dos pies de altura. Las ratas suben una escalera para comer el cebo. Enseguida un sensor despliega una palanca de disparo que los sumerge en una bandeja que puede contener hasta 80 cuerpos de ratas.
Un total de 107 roedores fueron exterminados de esta nueva forma durante una prueba de un mes en terrenos del distrito municipal de Brooklyn, dijeron las autoridades.
Durante una demostración bastante macabra para periodistas, trabajadores de saneamiento abrieron el contenedor para mostrar varias ratas muertas flotando en un líquido verde.
"Es humano y ecológico", dijo el presidente del condado Eric Adams.
Los roedores son uno de los aspectos más desagradables de la vida en la metrópoli más grande de Estados Unidos. A menudo son vistos corriendo entre las vías del metro y olfateando bolsas de basura.
Las autoridades de la ciudad han gastado millones de dólares tratando de acabar con la población de ratas a lo largo de los años, desplegando todo tipo de medios, desde anticonceptivos para roedores hasta botes de basura a prueba de alimañas.
Miles de neoyorquinos llaman cada año a una línea de ayuda del departamento de salud pública con quejas por ratas. Adams dijo que Nueva York se vio atrapada por una "crisis" de ratas, y agregó que las familias estaban "traumatizadas" por las alimañas.
