TE RECOMENDAMOS
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, informó este lunes que declaró el estado de emergencia en siete condados del norte del estado debido a la tormenta invernal que afecta el noreste del país y que activará 300 miembros de la Guardia Nacional para brindar asistencia.
"Una declaración del estado de emergencia permite una mayor flexibilidad para que el Gobierno estatal trabaje con los Gobiernos locales para asegurar que se asignan los recursos donde los necesitamos", dijo Cuomo.
De acuerdo con el gobernador, los condados de Ulster, Schenectady, Saratoga, Rensselaer, Greene, Columbia y Albany han sido los más golpeados por la primera tormenta invernal, con una mezcla de agua y nieve, que continuará afectado Nueva York hasta el martes, por lo que declaró el estado de emergencia y activó a la Guardia Nacional, una fuerza de reservar constituida por voluntarios, que ayudará en las labores de limpieza.
Cuomo advirtió además sobre la situación de peligro en las carreteras e informó de que la Policía estatal ha respondido a más 550 accidentes de tránsito y ayudado a 250 vehículos que han quedado atascados, "lo que aumenta la carga" al personal de emergencia.
"Dejen que la policía, los agentes de Transporte, los alguaciles hagan su trabajo. Estar en la carretera sólo complica lo que están tratando de hacer", afirmó.
Muchas escuelas permanecen cerradas este lunes o han enviado a los estudiantes temprano a casa en el norte de Nueva York debido a la inclemencia del tiempo, pero en la ciudad permanecen abiertas y se espera que también operen el martes con normalidad.
De acuerdo con el alcalde Bill de Blasio, todas las agencias en la ciudad funcionan con normalidad mientras que la Oficina de Manejo de Emergencias mantiene comunicación con el Servicio de Meteorología.
El servicio del transbordador también opera en horario regular aunque las condiciones climáticas pueden afectar el servicio, advirtió De Blasio, quien pidió a los usuarios que estén al tanto de las notificaciones sobre cambios.
Igualmente pidió a los neoyorquinos mantenerse alejados de las carreteras y usar el servicio público de transporte.