Wall Street cerró este viernes una semana volátil de resultados mixtos con la peor caída del año, motivada por las noticias de una nueva variante de coronavirus detectada en Sudáfrica, que desembocó en un descenso del Dow Jones de más de 900 puntos, y un retroceso de más de 10 dólares en el precio del petróleo.
Los tres indices de referencia acumulaban pérdidas semanales, en el caso del Dow Jones por tercera semana consecutiva, al registrar un descenso desde el lunes del 2.71% para el principal índice de referencia, una caída que en el caso del S&P 500 fue del 2.34 % y en del Nasdaq del 3.14 %.
En las plazas europeas también se registraron importantes retrocesos motivados por el coronavirus: París ha caído un 5.24 %, Fráncfort un 5.59 %, Madrid un 4%, Milán un 5.43 % y Londres un 2.49 %.
En principio, los analistas de Wall Street esperaban una semana volátil, motivada, entre otras cosas, por la festividad de Acción de Gracias, que hace que las cinco sesiones normales se conviertan en 3,5 por la festividad del jueves y la media sesión del viernes, y que el volumen de compraventa se reduzca notablemente, lo que da inestabilidad al mercado.
Las expectativas se cumplieron hasta el miércoles, con resultados mixtos y pocos factores de influencia, al margen de la nominación de Jerome Powell para un segundo mandato al frente de la Reserva Federal (Fed) por parte del presidente de EU, Joe Biden, lo que los inversores se tomaron como una señal de continuidad en el banco central en medio de la creciente preocupación por la elevada inflación del país.
Sin embargo, el coronavirus estaba en el punto de mira de los inversores ya desde la primera jornada de la semana por un repunte de casos de covid-19 a nivel global y la posibilidad de nuevas restricciones, que se empezaron a ver en Austria y Alemania.
Pero fue el viernes cuando el virus desató una oleada de ventas en Wall Street, en reacción a las noticias de una nueva variante en Sudáfrica que según los expertos había mutado un buen número de veces, algo que podía causar que la vacuna desarrollada dejara de ser efectiva.
La sesión, que se esperaba se viera impulsada por el "Black Friday" en EU, en el que se preveían altos niveles de consumismo, abrió ya con pérdidas de cerca de 800 puntos para el Dow, y descensos igualmente destacados para el S&P y para el Nasdaq.
Los inversores no dieron señales de esperanza en ningún momento de la jornada, que fue especialmente dura para negocios que se verían especialmente afectados si se produjeran nuevos confinamientos y se impusieran nuevas medidas para tratar de contener la pandemia.
Entre ellas, las empresas de cruceros Carnival Corp o Royal Carribean, que bajaron un 13.5% y un 11.9% respectivamente, o la aerolínea United, que retrocedió un 13% y eliminó las ganancias registradas en todo el año.
El petróleo también se vio duramente golpeado, y terminó cayendo desde el lunes cerca de 8 dólares, o un 13.57 %, ante la perspectiva de que la demanda del crudo descienda notablemente, una posibilidad que se produce precisamente cuando se había empezado a aumentar la producción.
El mercado rotó por lo tanto hacia inversiones seguras, como los bonos del Tesoro a 10 años, que al estar más solicitados registraron un descenso en su rendimiento del 6.97 % en los últimos 5 días hasta el 1.485 % que se registraba al cierre del parqué neoyorquino este viernes.