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Bernie Sanders logró empujar al Partido Demócrata hacia la izquierda impregnando el debate con ideas progresistas, sobreponiéndose a un infarto y convirtiéndose en uno de los favoritos para obtener la nominación en 2020, cuatro años después de haber sido considerado como un idealista utópico.
Según las encuestas, Sanders, de 78 años, se impondrá con holgura en la primaria de New Hampshire, tras haber quedado segundo en el caótico "caucus" de Iowa, donde perdió por un estrecho margen frente al joven exalcalde Pete Buttigieg.
Ya quedan lejos los debates de 2016 cuando el senador independiente por Vermont -que se define como "socialista democrático"- era el único candidato que denunciaba la "corrupción" del sistema capitalista que favorece a los millonarios de Wall Street en desmedro de los trabajadores, en un país con un sistema de salud que deja en ruinas a millones de personas.
Ya en 2016, el veterano senador, famoso por un temperamento crispado y un pelo despeinado que contrasta con la estética cuidada de Washington, cautivó inesperadamente a los jóvenes con su discurso en defensa de los trabajadores.
En aquel momenro sus propuestas fueron desestimadas como irrealistas por los barones del Partido Demócrata y Sanders perdió finalmente la nominación frente a Hillary Clinton.
Pero después de la sorpresiva victoria de Trump, los demócratas acusaron el golpe de las críticas que los acusaron de estar desconectados de la clase media y de los trabajadores.
En este contexto de fuerte crítica a las élites, "Bernie" cuenta con la ventaja de ser percibido como un "outsider" y como alguien "más auténtico y natural" que otros candidatos, señaló Jim Campbell, politólogo de la Universidad de Buffalo.
Pese a ser el aspirante más viejo del pelotón y de haber sufrido un infarto durante la campaña, Sanders supo ganarse el apoyo de figuras jóvenes del ala izquierda de los demócratas, como la congresista de origen puertoriqueño Alexandria Ocasio-Cortez, y de celebridades como la rapera Cardi B, el cantante Residente o el cineasta Michael Moore.
Con 121 millones de dólares recaudados entre sus seguidores en cerca de un año, tiene el liderazgo de las donaciones pese a su rechazo a los aportes de las empresas. Un 63% de las contribuciones son donaciones de menos de 200 dólares.
Tras recibir el alta después del infarto en octubre retomó los mítines y las donaciones marcaron nuevos récords, renovando el impulso de un candidato que lleva defendiendo las mismas ideas durante 40 años.
"Hemos tenido más éxito en cambiar ideológicamente al partido de lo que yo hubiera soñado que era posible", dijo Sanders en una entrevista con la revista GQ en enero de 2019, un mes antes de anunciar su candidatura.
Bernard Sanders nació el 8 de septiembre de 1941 en Brooklyn, Nueva York, en una familia de inmigrantes judíos llegados desde Polonia. Estudió en el Brooklyn College y luego en la universidad de Chicago, donde se convirtió en activista por los derechos civiles.
En 1963 asistió a la multitudinaria marcha de Washington donde Martin Luther King Jr pronunció su discurso "Tengo un sueño".
Después de graduarse, partió a vivir a un kibutz en Israel y luego se estableció en Vermont, donde trabajó como carpintero y cineasta.
En 1981 fue elegido alcalde y en 1990 entró a la Cámara de Representantes como independiente. Allí estuvo hasta 2006 cuando postuló al Senado, donde ha ejercido desde entonces.
Su amistad de larga data con Warren se ha deteriorado en las últimas semanas, después de que ella contó que él le había dicho que una mujer no podría llegar a la Casa Blanca.
Sanders lo niega, pero la polémica generó una sombra en su campaña y Warren denunció que parte de las bases del veterano senador, un grupo conocido como "Bernie's Bros", había incurrido en ataques sexistas contra rivales mujeres.
El mes pasado, Clinton entró en el debate al decir que los supuestos comentarios de Sanders eran parte de un "patrón". En un documental a ser difundido en marzo, señaló que "él no le gusta a nadie, nadie quiere trabajar con él".
Algunos demócratas están preocupados de que Trump -que descalifica a Sanders como un "loco"- lo presente como un "comunista" peligroso en tanto lo consideran como una figura de polarización.
Tanto sus simpatizantes como sus opositores en el campo republicano señalan que la veta poco convencional de su candidatura es precisamente un imán.
"Sanders representa un gran riesgo porque estas elecciones todavía se celebran en una era 'anti-establishment'", dijo el congresista republicano Mark Meadows.