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Las nuevas regulaciones para otorgar la ciudadanía a los hijos de militares estadounidenses y empleados del gobierno que nacen en el extranjero no afectan el derecho de nacionalización por nacimiento, dijeron funcionarios el jueves.
Las regulaciones anunciadas el miércoles causaron confusión entre abogados de inmigración luego que un documento parecía indicar que los hijos de ciudadanos estadounidenses se verían afectados.
Existe un cambio de política y afectará a entre 20 y 25 personas al año, dijeron. Se trata de un cambio de requisito de residencia y afecta a militares y empleados públicos que son residentes permanentes y traen al mundo a un niño durante tiempo de servicio en el extranjero o adoptan a un niño que no es ciudadano estadounidense o son padrastros de un niño nacido en el extranjero.
Anteriormente, la agencia esencialmente obvió los requisitos de residencia estadounidense para estas personas al momento de solicitar un pasaporte para sus hijos, pero los funcionarios dijeron que el Departamento de Estado luego rechazaba las solicitudes por no cumplir con los requisitos.
El cambio de política estandariza los requisitos del Departamento de Estado y requerirá modificar los documentos. Las solicitudes para los militares estadounidenses asignados en el extranjero podrán seguir siendo procesadas mientras estén activos. El requisito de residencia mayormente afecta a empleados públicos que son residentes permanentes y están asignados en el extranjero. Ellos tendrían que regresar a Estados Unidos y vivir aquí entre tres y cinco años para poder solicitar la ciudadanía para sus hijos.