Una embarazada se refugió en una iglesia en Chicago después de recibir una orden de deportación que le exige salir de Estados Unidos a más tardar el jueves.
Adilene Marquina, de 34 años, quien pasa por un embarazo de alto riesgo y tiene temor de regresar a México, se está quedando en la Iglesia Misión Fe, Vida y Esperanza en el suroeste de Chicago, reportó el martes la radio WBEZ. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos tiene una política contra arrestar a gente en lugares de oración.
Marquina llegó a Estados Unidos en 2015 buscando asilo político para evitar el pago de extorsión que los cárteles de narcotráfico le pedían para mantener abierto su negocio. Esperó cuatro años para que un juez fallara sobre su caso.
“A ellos no les interesa la vida de mi hija”, declaró. “Porque ni siquiera se han tomado la molestia” de revisar los documentos que les envié que dicen que no puedo viajar.
El reverendo José Landaverde, un líder religioso y defensor de inmigrantes de Chicago, dijo que Marquina tiene una petición legítima y continuará luchando por su caso. Ella es una de decenas de migrantes que han buscado refugios en lugares de oración a nivel nacional desde que Elvira Arellano comenzó el movimiento en Chicago en 2006 al quedarse en una iglesia con su hijo.
Sin embargo, el caso de Marquina representa un desafío. La fecha programada para que nazca su bebé es el 23 de julio y, en los próximos dos meses, debe salir de la iglesia para ir al médico. En la iglesia se está quedando con su hijo estadounidense de 16 años, su hijo de 14 años que también necesita asilo y un hijo de 3 años que nació en Chicago.
Marquina dice que no quiere que la separen de sus hijos.