Las negociaciones entre Israel y Hamás para alcanzar una nueva tregua que incluya la liberación de rehenes está en punto muerto: el grupo islamista se niega a cualquier pacto que no incluya un cese el fuego permanente y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, solo ofrece a los milicianos "rendirse o morir".
“Por el momento no tenemos ninguna negociación", aseguró este jueves un alto funcionario israelí que pidió el anonimato, durante una conferencia con prensa internacional.
Israel y Hamás alcanzaron un acuerdo de tregua el pasado 24 de noviembre que se prolongó durante una semana, en la que el grupo entregó 105 rehenes (24 extranjeros) a cambio de la excarcelación de 240 palestinos presos en cárceles israelíes.
Israel está recibiendo mucha presión para acordar otro cese el fuego por parte de la comunidad internacional que está preocupada por el elevado número de gazatíes muertos -más de 20.000- y la crisis humanitaria sin precedentes en la Franja; pero también por parte de las familias de los 129 rehenes que siguen cautivos en Gaza, de los cuales se estima que una veintena ha muerto.
"Solo habrá conversaciones para un acuerdo de intercambio de prisioneros después de un cese total de la agresión", afirmó a EFE un portavoz de Hamás.
De su lado, Netanyahu aseguró hoy que la única opción que ofrece al grupo islamista es "rendirse o morir".
"Lucharemos hasta la victoria. No detendremos la guerra hasta que alcancemos todos los objetivos: completar la eliminación de Hamás y la liberación de todos nuestros rehenes", añadió.
La guerra estalló el 7 de octubre tras un brutal ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 250 secuestrados.
"Nuestras fuerzas continúan intensificando las operaciones terrestres en el norte y el sur de Gaza", dijo el portavoz del ejército, Daniel Hahari, al precisar que se aumentó el número de soldados desplegados en Jan Yunis, el bastión de los líderes de Hamás en el sur del enclave.
Desde el fin de la tregua, el 1 de diciembre, las fuerzas israelíes han eliminado a más de 2.000 milicianos en Gaza, añadió.
Además, el Ejército tomó el control de Shejaiya, un importante sector de la ciudad de Gaza y uno de los bastiones de Hamás en el norte tras cruentas batallas en las últimas semanas que dejaron nueve soldados muertos en un solo día por una emboscada.
El control de Shejaiya por parte de las tropas israelíes se suma al del barrio de Rimal, también en la ciudad de Gaza, y el de la cercana Jabalia, afianzando así la presencia de Israel en el norte de la Franja, mientras las tropas tratan de emplear la misma estrategia en el sur, especialmente en Jan Yunis, bastión de los líderes de Hamás.
Varias zonas de Gaza han alcanzado el nivel más alto, el de "catástrofe", en el baremo de Naciones Unidas sobre inseguridad alimentaria, por la hambruna en el norte y sur de la Franja palestina.
"La falta de alimentos es tan extrema que uno de cada cuatro hogares en Gaza sufre inanición, tasas alarmantemente altas de desnutrición aguda entre los niños más pequeños y un exceso significativo de mortalidad", advirtió este jueves la ONG Acción contra el Hambre.
Muchos de los cerca de 1,9 millones de gazatíes desplazados, el 85 % de su población, se refugian en el sur del enclave, donde ni en las designadas por Israel como zonas humanitarias han escapado de los bombardeos.
"La combinación de bombardeos incesantes, escasez de alimentos, agua, combustible y la incapacidad de las agencias humanitarias para operar en Gaza nos ha llevado a esta situación desesperada", lamentó Chiara Saccardi, responsable de Acción contra el Hambre en Oriente Medio.
Hamás afirmó que, dada esta situación, la ayuda humanitaria que entra a cuentagotas no cubre ni el 2 % de las necesidades del enclave, ya que precisan de al menos 1.000 camiones diarios de alimentos, medicinas, agua potable y demás ayuda, así como un millón de litros de combustible diarios.
En tanto, cientos de heridos han muerto en el hospital Shifa de la ciudad de Gaza, el mayor de toda la Franja, como consecuencia de la falta de servicios sanitarios por la ofensiva israelí, denunció el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
"Los hospitales del norte de Gaza están fuera de servicio", aseguró el portavoz del Ministerio, Ashraf al Qudra.
El hospital Shifa sufrió un asedio militar israelí de diez días en noviembre, que lo dejó fuera de servicio y obligó a la evacuación de miles de heridos y desplazados -incluida una treintena de bebés prematuros-, pero en las últimas semanas había logrado recuperar parcialmente su funcionamiento.
Israel ha acusado ampliamente a Hamás de usar los hospitales de la Franja como cuarteles militares, escondites y almacenes de armas, y con ese pretexto, ha asediado y atacado casi todos los hospitales del norte del enclave, los últimos el de Kamal Adwan, en Beit Lahia, y el Al Awda, en Yabalia.
El Ministerio de Sanidad confirmó anoche que los muertos en la Franja de Gaza por la ofensiva israelí superan los 20.000 -incluidos más de 8.000 niños- en 75 días de guerra. También hay 52.600 heridos.
La Franja de Gaza sufre desde ayer un nuevo apagón de comunicaciones, sin teléfono ni internet, el sexto desde que comenzó la ofensiva terrestre de Israel, el pasado 27 de octubre.