El gobierno hondureño aclaró este viernes que Yanela Varela, la niña convertida en un símbolo de la separación de las familias migrantes en Estados Unidos, no fue apartada de su madre como trascendió en diferentes medios de comunicación.
La pequeña se había convertido sin embargo en un símbolo de la separación familiar en medio de la polémica política de "tolerancia cero" del gobierno de Donald Trump, que ordena apresar a los migrantes que llegan indocumentados a Estados Unidos.
La revista Time publicó una foto editada de la niña llorando frente a Trump, junto a la frase "Bienvenida a Estados Unidos".
Se ha especulado incluso que la decisión de Trump fue en parte resultado de la presión que generó la publicación de la imagen de la menor.
Medrano explicó a la AFP que el gobierno hondureño "aclara" que la niña no fue apartada de su madre.
El padre de la niña, Denis Varela, también dijo a periodistas que la pequeña se mantuvo junto a su madre, Sandra Sánchez, cuando ellas cruzaron la frontera para entrar a Estados Unidos.
Los niños que hasta fueron sido separados de sus familiares por la aplicación de esta política son mantenidos en albergues divididos por cercas metálicas, que se parecen a jaulas.