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La NASA, a través del Observatorio de Dinámica Solar, reportó y advirtió sobre fuertes erupciones solares registradas en las últimas y horas y que tienen potencial de afectar las comunicaciones en el espacio y en la superficie de la Tierra. La agencia informó que el punto máximo de la llamarada fue alcanzado a las 5:34 p.m. (hora del este de Estados Unidos) del 22 de febrero. La clasificación de este evento es de X.6.3.
Un evento X6.3 podría significar una “degradación temporal o pérdida completa de la señal” para los operadores de radios de alta frecuencia, al menos en el lado soleado del planeta en el momento de la llamarada.
También se mencionó que el evento “no representa una amenaza significativa para el público en general”. De lo que sí existe posibilidad, es de daños a radares y GPS.
¿Qué es una llamarada solar?
De acuerdo con la NASA, son poderosas explosiones de energía. Las llamaradas y erupciones solares pueden afectar las comunicaciones por radio, las redes de energía eléctrica, las señales de navegación y representar riesgos para las naves espaciales y los astronautas.
¿Cómo se clasifican las llamaradas solares?
Las llamaradas solares se clasifican en cinco categorías: A, B, C, M y X. Una llamarada de clase C es diez veces más poderosa que un evento de clase B, y un evento de clase M es diez veces más poderoso que un evento clase C. Las bengalas también se califican con un valor numérico para indicar la magnitud del evento. Esto quiere decir que, por lo tanto, las llamaradas en clasificación X, son bastante graves e importantes de tener alerta al respecto, pues esta que recién ocurrió, es la número 27 más grande registrada desde 2017. La más grande que ha existido fue clasificada como X40.
¿Cómo pueden afectar las llamaradas las llamaradas solares a la tierra y las personas?
Para los astronautas, este tipo de eventos representa una situación sobre la que se debe tener mucho cuidado, pues producen una radiación bastante peligrosa. Tal es el caso de siete tripulantes a bordo de la Estación Espacial Internacional y de los 3 que estaban en la Estación espacial Tiangong de China, pues si el problema agrava, deberán suspender sus tareas. La NASA también mencionó que estas llamaradas no tuvieron nada que ver con el corte en la red celular que se vivió en Estados Unidos.
Si bien una erupción solar de esta magnitud tuvo la capacidad de afectar sistemas de navegación y comunicaciones por radio, lo que se advierte desde los medios especializados para tener sumo cuidado, es de la Eyección de Masa Coronal. Este evento puede lanzar miles de millones de toneladas de plasma solar al espacio, con potencial de llegar a la Tierra. Esto provocaría extensas tormentas geomagnéticas, que también representan una amenaza para redes, satélites e infraestructura de comunicaciones.
Una erupción solar de clase X como ésta, aunque capaz de causar perturbaciones en los sistemas de navegación y comunicaciones por radio, es una cosa. Pero es una Eyección de Masa Coronal (CME) lo que realmente merece preocupación por nuestro planeta. Una CME puede lanzar miles de millones de toneladas de plasma solar al espacio, llegando potencialmente a la Tierra y provocando extensas tormentas geomagnéticas, amenazando redes, satélites e infraestructuras de comunicaciones. En los casos en que una llamarada de clase X no produce una CME notable, como parece ser el caso hoy, el impacto directo sobre los sistemas tecnológicos de la Tierra es considerablemente menos severo.
Actualmente estamos viviendo el ciclo solar número 25, que comenzó en 2019 y tiene estimado durar hasta 2030, con su pico en 2025. Si bien se trata de la más grande registrada en este ciclo, probablemente no mantenga ese título al final de este.