La muerte del primer hijo de Elon Musk es un hecho que marcó la vida del fundador de Tesla y no había hablado mucho del tema hasta que envió una serie de correos electrónicos a un hombre que perdió a su hijo en un accidente automovilístico.
El hijo de James Riley manejaba un automóvil Tesla en mayo de 2018 cuando murió. El joven conducía a 186 kilómetros por hora y al perder el control del vehículo, se estrelló contra una casa de concreto en Florida.
El vehículo Model S se incendió y el hijo de Riley y Edgar, un amigo que viajaba en el asiento de copiloto, murieron de inmediato.
Al enterarse del fallecimiento en uno de sus automóviles, Elon Musk envió correos electrónicos a James Riley durante casi siete semanas.
“No hay nada peor que perder a un hijo”, le dijo el CEO de Tesla a James en un mensaje enviado en 2018.
En los e-mails, Elon le contó al padre que él perdió a su primer hijo en 2002, cuando tenía 10 semanas de vida. Nevada Alexander Musk nació durante su matrimonio con la escritora Justine Wilson.
El primogénito del empresario sufrió del síndrome de muerte infantil súbita, sin una explicación clara. “Murió en mis brazos. Sentí el último latido de su corazón”, confesó Musk en los correos.
Luego de Nevada Alexander, la pareja tuvo a unos gemelos en 2004 y a unos trillizos en 2006. El magnate tiene otro hijo con la cantante Grimes.
Los correos electrónicos entre Elon Musk y James Riley forman parte del caso que presentó la familia del joven que iba en el asiento del copiloto para demandar a Tesla por el accidente automovilístico.
En los mensajes revelados, el multimillonario dio sus condolencias a la familia Riley y les ofreció información sobre el accidente.
La familia de los dos jóvenes que viajaban en el Tesla Model S presentaron demandas separadas contra la compañía. La familia del copiloto argumenta que el vehículo permitió que el joven Barrett Riley quitara el control de velocidad que habían activado sus padres.
Por su parte, la familia del conductor demandó a la empresa por el incendio que se registró después del accidente y culpa a las baterías del vehículo, pues el fuego mató a los adolescentes, no el choque.
Por correo electrónico, Elon Musk ofreció modificar el control parental de velocidad y en junio de 2020 actualizó el software para que desde la app se ingrese un código de acceso y se pudiera establecer una velocidad máxima en un rango entre 80 y 144 kilómetros por hora.
El juicio contra Tesla está programado para este año en el estado de Florida, aunque la compañía niega problemas con las baterías de sus vehículos.