Una perra Yorkshire Terrier murió por las graves lesiones en la cabeza que presentaba, antes de ser abandonada en un basurero de Filadelfia.
“Pringles” fue encontrada por un peatón, el pasado 3 de octubre, en la región de North Philadelphia. Escuchó varios ruidos al interior del bote de basura en la calle y sospechó que se podría tratar de un animal, así que reportó la situación ante el Equipo de Control y Cuidado Animal de Filadelfia (ACCT).
Al hallar a la perrita con graves lesiones en la cabeza, fue enviada con la organización especializada Equipo de Aplicación de la Ley Humanitaria de Pensilvania (PSPCA).
El animal, llamado “Pringles” por el personal que lo ayudó, fue internado en un hospital de animales, pero su estado era “muy delicado”, de acuerdo con un comunicado que emitió el PSPCA.
Los veterinarios esperaban que la perrita, de edad avanzada, pudiera tener una segunda oportunidad de vivir, pero murió tres días después de su rescate.
Las autoridades lograron identificar a los dueños de la perra y comenzaron una investigación por crueldad animal, para conocer la forma en que le provocaron las lesiones y la dejaron en un basurero.
La organización había iniciado una recaudación para cubrir los gastos de la atención neurológica de “Pringles”. Se habían reunido 64 mil 355 dólares y el dinero que sobró después de atender a la perrita Yorkshire Terrier, se destinará a ayudar a otros perros abandonados.
Pensilvania considera como crueldad el descuido, maltrato, sobrecarga, tortura, mutilación, o abandono de un animal, así como la organización de peleas y amarrar a un perro, sin supervisión, por más de nueve horas.