La policía de la ciudad de Alameda, en el norte de California, publicó el martes por la noche imágenes de cámaras corporales en las que se ve cómo varios agentes reducen a un hombre en el piso durante más de cinco minutos, durante una detención la semana pasada que terminó con la muerte del hombre.
Mario Gonzalez, de 26 años, dejó de respirar tras un forcejeo con la policía el 19 de abril en un parque de Alameda.
Un comunicado policial indicó que Gonzalez había sufrido una emergencia médica después de que los agentes intentaran esposarle.
Su familia alega que lo mató la policía, que utilizó una fuerza excesiva.
El video de casi una hora de las cámaras de dos agentes muestra a los policías hablando con Gonzalez en un parque, tras recibir llamadas de que parecía desorientado o borracho. Gonzalez parece aturdido y tiene problemas para responder a sus preguntas.
Cuando el hombre no presenta ninguna identificación, los agentes intentan obligarle a poner las manos a la espalda para esposarle, pero él se resiste y le reducen en el piso.
Los agentes le repiten que dé su nombre completo y fecha de nacimiento.
“Vamos a ocuparnos de usted, de acuerdo, vamos a ocuparnos de usted”, dice un agente.
“Creo que simplemente ha bebido de más hoy, ¿de acuerdo? Eso es todo”, dice el mismo agente. “Mario, por favor, deje de pelear con nosotros”.
Gonzalez, que pesaba unos 113 kilos (250 libras), gruñe y exclama cuando está boca abajo sobre unas virutas de madera, mientras los agentes le sujetan. Un agente le pone el codo en el cuello y una rodilla en el hombro.
“Está levantando todo mi peso”, dice un agente en un momento dado.
Otro policía parece apoyar también la rodilla en la espalda del hombre, y la deja unos cuatro minutos mientras Gonzalez trata de respirar, diciendo “No he hecho nada, ¿de acuerdo?”.
Las protestas de Gonzalez remiten, y tras unos cinco minutos parece perder el conocimiento.
Poco antes de que deje de respirar, un agente dice al otro: “¿Crees que podemos ponerle de lado?”, pero el otro responde “No quiero perder lo que he conseguido, hombre”.
Al parecer tratando de asegurarse, el primer agente pregunta “¿no estamos apoyando peso en su pecho?” y después repite “¡No! Sin peso (...) sin peso”.
“Está inconsciente”, dice un agente.
Los agentes ponen a Gonzalez boca arriba y tratan de hacer una reanimación cardiopulmonar, pero más tarde se certificó la muerte del hombre en el hospital.
González dejó un hijo de 4 años y era el principal cuidador de su hermano de 22 años, que tiene autismo, indicó su familia.
Aún no se ha completado una autopsia para determinar la causa de su muerte, aunque sus familiares ofrecieron una conferencia de prensa el martes en la que culparon a la policía, afirmando que los agentes escalaron lo que debería haber sido un encuentro menor y pacífico con un hombre desarmado.
“La policía mató a mi hermano de la misma manera que mataron a George Floyd”, dijo su hermano, Gerardo Gonzalez.
“Es un tipo adorable. Es respetuoso, todo el tiempo”, dijo la madre de Mario, Edith Arenales. “Rompieron mi familia sin motivo”.
Alameda “está comprometido con la total transparencia y la responsabilidad tras la muerte del señor Gonzalez”, indicó la ciudad en un comunicado. El suceso está bajo investigaciones de la policía del condado de Alameda, el secretario de justicia del condado y un exabogado municipal de San Francisco, contratado por la ciudad para liderar una pesquisa independiente.
Los tres agentes implicados en la detención quedaron de baja administrativa con sueldo mientras se completaba la investigación.