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México solicitó a Estados Unidos una reunión urgente para revisar la degradación de la calificación de su seguridad área a categoría 2, que acordó esta semana la autoridad aeronáutica de ese país, y que podría impactar negativamente a la aviación mexicana al restringir los planes de expansión hacia el mercado estadounidense, su más importante destino.
La decisión de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) fue desestimada el jueves por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien indicó que la medida “no es tan… grave”.
López Obrador lanzó críticas hacia Washington al asegurar que “hay países que se sienten los gobiernos del mundo. Se olvida pues que el mundo tiene alrededor de 200 países que son libres, independientes, soberanos, entonces se erigen en jurados, califican todo”.
Las autoridades mexicanas enviaron un escrito a la FAA para pedir una reunión urgente con sus auditores para revisar conjuntamente las evidencias entregadas y resolver los asuntos a la “mayor brevedad”, anunció la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México.
Al defender la actuación de la industria aeronáutica mexicana, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis, afirmó que “cuentan con los elementos necesarios para comprobar a la FAA el desempeño de la industria y poder recuperar en el corto plazo la categoría 1 en materia de seguridad aérea”, señaló el organismo la víspera en un comunicado.
Asimismo, el subsecretario de Transporte, Carlos Alfonso Morán Moguel, indicó que envió una carta a la FAA, a través de la embajada de Estados Unidos, para informar que se están atendiendo de manera inmediata todos los temas que forman parte de la auditoría.
El gobierno mexicano conformó una mesa de trabajo con los directivos de las aerolíneas Aeroméxico, Volaris, VivaAerobus y MasAir y los representantes de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) y la Cámara Nacional de Aerotransportes (CANAERO) para definir los elementos técnicos necesarios para la categoría 1 en seguridad.
La FAA determinó que el sistema de supervisión de México a sus compañías aéreas está por debajo de las normas establecidas por la Organización de Aviación Civil Internacional que contempla una serie de aspectos como la experiencia técnica del organismo regulador, los procedimientos de inspección y el registro de datos.
La FAA dijo que examinó a la Agencia Federal de Aviación Civil de México (AFAC) entre octubre y febrero y que encontró “varias áreas” de preocupación.
Por su parte, las autoridades mexicanas expresaron que una reducción del personal a causa de la pandemia de coronavirus provocó una caída drástica en el número de vuelos, lo que estiman que pudo haber jugado un papel en la degradación de la calificación de la seguridad.
La decisión de la FAA ha generado preocupación en la industria aeronáutica local. El presidente de CANAERO, Luis Noriega, afirmó que la medida demorará la recuperación del sector porque impedirá aumentar las frecuencias cuando la demanda está aumentado y limitará la posibilidad de añadir nuevas aeronaves a los certificados de operación.
La degradación imposibilita a las aerolíneas mexicanas ampliar sus vuelos a Estados Unidos y también limita la venta de boletos de aerolíneas estadounidenses para vuelos operados por aerolíneas mexicanas, un revés que afectará principalmente a Delta Air Lines, que tiene una alianza con Aeroméxico.
Delta dijo que su propio servicio a México no se ve afectado por la disminución de categoría y que continuará operando con normalidad todos sus vuelos al país vecino. Sin embargo, podría tener que emitir boletos nuevos a los clientes que utilizaron Delta para reservar un vuelo operado por Aeroméxico.
Aeroméxico indicó que sus vuelos no tendrán afectaciones y que trabajará con los reguladores mexicanos para revertir la reducción en la calificación.
Analistas consideran que las aerolíneas estadounidenses serán las que saldrán beneficiadas con la medida.
México ha sido el destino internacional más popular para los estadounidenses durante la pandemia de coronavirus. En los primeros dos meses del año, los estadounidenses realizaron más de 800,000 viajes a México, lo que representa el 42% de todos los viajes aéreos al extranjero realizados por estadounidenses en ese periodo, de acuerdo con cifras del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
La mayoría de esos vuelos son operados por aerolíneas estadounidenses. Cinco aerolíneas mexicanas tienen programado operar 6,152 vuelos entre los dos países el próximo mes, lo que representa 27% del total, según datos de la empresa de investigación Cirium.