El gigante estadounidense de las redes sociales Meta, anteriormente conocido como Facebook, anunció este miércoles unos beneficios netos entre enero y septiembre de 18.547 millones de dólares, lo que supone un desplome del 36 % respecto al mismo período del ejercicio anterior.
En los primeros nueve meses del año, Meta -que además de Facebook es propietaria de Instagram, WhatsApp, Messenger y Oculus- ingresó 84.444 millones de dólares, prácticamente la misma facturación del período equivalente de 2021, mientras que sus gastos operativos se dispararon, lo que explica la caída de ganancias.
Entre enero y septiembre, los inversores de Meta se embolsaron 6,86 dólares por título, por debajo de los 10,27 dólares del mismo período del ejercicio pasado.
El aumento de los gastos estuvo liderado por la inversión en investigación y desarrollo, una partida a la que la empresa destinó cerca de 8,000 millones de dólares más que en los primeros nueve meses de 2021, y a la que siguieron marketing, ventas y costes administrativos.
La compañía con sede en Menlo Park (California, EE.UU.) pronosticó unos ingresos en los próximos tres meses de entre 30.000 y 32.500 millones, unas cifras que apuntan a que Meta prevé que la caída de la demanda publicitaria en internet persista e incluso se acentúe.
Cabe destacar que los próximos tres meses a los que se refiere la firma (octubre, noviembre y diciembre) coinciden con la campaña navideña en EU (desde Acción de Gracias a finales de noviembre hasta Navidad), tradicionalmente el momento del año de mayor consumo e inversión en publicidad.
En septiembre pasado, 2,930 millones de personas se conectaron a diario a alguna de las aplicaciones de Meta, lo que representa más de un tercio de la humanidad, mientras que 3.710 millones lo hicieron por lo menos una vez al mes.
Ambos números representan un crecimiento interanual de usuarios del 4 % para la compañía que dirige Mark Zuckerberg.
A lo largo del segundo trimestre de 2022, las aplicaciones de Meta publicaron un 17 % más de anuncios (la principal fuente de ingresos de la empresa), pero el precio medio de estos cayó un 18 % de un año para otro.
Además de la caída en inversión publicitaria -que también ha dañado significativamente las cuentas de Alphabet, propietaria de Google-, Meta vive un momento de gran confusión interna y en los mercados, tras el anuncio a bombo y platillo el año pasado por parte de Zuckerberg de que quiere convertir a la compañía en la punta de lanza de su proyecto de metaverso.
Un año después del anuncio, apenas se han dado pasos para avanzar en este universo digital paralelo, los pocos que se han dado han sido objeto de dura mofa y ridiculización en las redes sociales y el proyecto está todavía muy lejos de conseguir un impacto social significativo.
La compañía se encuentra además envuelta en la polémica después de que una exempleada, Frances Haugen, declarase en el Senado de EU que Meta antepone sus beneficios a la seguridad de los usuarios y oculta que sus plataformas son nocivas para los menores, especialmente las adolescentes.
Haugen, que previamente filtró documentos internos de la compañía al diario The Wall Street Journal, hizo ante el Senado un retrato despiadado de la empresa, porque durante el tiempo que estuvo trabajando en ella se dio cuenta de una "verdad devastadora": Meta (Facebook) oculta información al público y a los Gobiernos.
Los resultados de Meta fueron incluso peor que los esperados por los analistas de Wall Street, por lo que sus acciones caían en picado un 13,44 % hasta los 112,34 dólares por título en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los parqués neoyorquinos.