Kim Kardashian culminó el lunes la alfombra roja de la Gala del Met con uno de los vestidos más emblemáticos de Marilyn Monroe, un vestido envolvente dorado que Monroe usó cuando cantó sensualmente “Happy Birthday” al presidente John F. Kennedy hace 60 años.
Kardashian tuvo que perder un poco más de 7 kilos (16 libras) para poder entrar en el vestido, diseñado por Jean Louis y adquirido en 2016 por el Museo de Ripley en Orlando, Florida, por 4.81 millones de dólares.
“Fue todo un reto”, dijo Kardashian. “Estaba determinada a entrar en él”.
El vestido costó originalmente 12,000 dólares. Era tan entallado que a Monroe se lo tuvieron que coser cuando ya lo tenía puesto el 19 de mayo de 1962 para cantar en un evento de recaudación de fondos en el Madison Square Garden. Monroe falleció tres meses después. Se ha conocido como el vestido “Happy Birthday, Mr. President” (Feliz cumpleaños señor presidente) desde entonces.
Kim no llegó sola. La familia entera se dio cita, incluyendo a Kylie Jenner con un vestido blanco con un sombrero a juego, Kourtney Kardashian en un vestido de Thom Browne con su prometido Travis Barker también en un traje de Thom Brown. Kendall Jenner iba de negro, Khloe Kardashian de dorado y la matriarca Kris Jenner de amarillo canario.
El código de vestimenta de la noche era glamur dorado y pajarita blanca, al estilo de la edad dorada (conocida en inglés como Gilded Age), ese periodo efervescente entre la Guerra Civil Estadounidense y el comienzo del siglo XX conocido por sus barones ladrones, drama y grandeza.