Familiares del conductor del servicio de mensajería UPS que falleció luego de que presuntos ladrones de una joyería lo tomaron como rehén, durante una persecución de la policía en el sur de Florida, cuestionaron la razón por la que las autoridades los balearon cuando el camión se quedó atorado en el tránsito.
Los sospechosos, dos primos de 41 años: Lamar Alexander y Ronnie Jerome Hill, murieron baleados junto con el conductor Frank Ordonez y otro automovilista que esperaba en una intersección transitada cuando las autoridades llegaron y comenzaron a disparar desde detrás de los vehículos de transeúntes inocentes.
La persecución y tiroteo final fueron transmitidos en vivo por televisión, incluido el momento en el que uno de los hombres salió del camión herido mortalmente.
La familia de Ordonez, padre de dos hijos, dijo que el hombre cubría la ruta de otra persona el jueves cuando los presuntos ladrones se adueñaron de su camión.
“Vi en la televisión cuando cayó, sabía que era él. Vi cómo mataron a mi hermano”, comentó Luis Ordonez a The Associated Press el viernes.
Dijo que “la policía estaba loca. En lugar de hablar con ellos, simplemente comenzaron a disparar. Sé que ellos (los sospechosos) les estaban disparando, pero era fácil cubrirse detrás de las patrullas. Podrían simplemente haberse cubierto”.
Los helicópteros de noticieros tomaron imágenes de los socorristas atendiendo a la persona que cayó del camión, momentos después de que el tiroteo terminó en Miramar, a unos 32 kilómetros (20 millas) al norte del robo a una joyería.
El agente especial del FBI que está a cargo de la situación, George Piro, fue cuestionado en una conferencia de prensa el jueves por la noche si el conductor de UPS o la otra víctima pudieron haber muerto a manos de la policía.
“La investigación está en sus primeras etapas y sería completamente inapropiado discutir eso”, comentó Piro. “Apenas empezamos a registrar la escena del crimen. Como pueden imaginar, esta va a ser una escena de crimen muy complicada”.