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Un niño de siete años fue mutilado hasta la muerte durante el ataque de dos perros rottweilers y dos mestizos en Boise, Idaho, reportaron las autoridades.
El menor, llamado Kellan, y su madre, Emily Islas, se encontraban alojándose en una casa rodante en Sandy Road, dentro de la reserva Fort Fall, cerca del centro de Boise, cuando ocurrió la tragedia durante el fin de semana.
De acuerdo con las investigaciones hechas hasta el momento por las Tribus Shoshone Bannock, el niño había salido de la casa solo y no regresó.
Cuando su madre se dio cuenta que el pequeño había tardado en regresar, salió a buscarlo sólo para encontrarlo tirado boca abajo inconsciente en el terreno de enfrente con los cuatro perros cerca de él.
Tanto el terreno como los cuatro perros pertenecían a una pareja previamente acusada de abuso animal, ataque a animales salvajes y sobrepoblación de animales en su casa.
Emily intentó ahuyentar a los animales que seguían atacando al menor, pero al no lograrlo, se recostó sobre él para evitar que le hicieran más daño. Los perros desgarraron el cuerpo de la mujer, pero sobrevivió.
Los socorristas fueron alertados del ataque; cuando llegaron trasladaron a madre e hijo al hospital más cercano, allí el niño fue declarado muerto mientras su madre fue operada de emergencia.
“La policía de Fort Hall informa que las dos víctimas no tribales involucradas, una madre y su hijo, fueron llevadas al Centro Médico Portneuf en Pocatello”, dijeron las autoridades.
Una amiga cercana de Islas, Samantha Lenay, creó una página de GoFundMe para solicitar apoyo económico para cubrir los gastos de hospitalización, funeral del pequeño Kellan y para poder cuidar a su otra hija durante estos momentos.
En el sitio, Samantha contó que su amiga había sufrido severos daños en los nervios, una arteria rota en el brazo derecho y varias lesiones en la cabeza y en la espalda.
Agregó que hizo todo lo que estuvo en sus manos para proteger a su hijo, aún poniéndose en peligro de muerte.
“Conozco a Emily, y sé que hizo todo lo que estuvo a su alcance para proteger a Kellan de ese ataque. Ella es una mujer y madre increíble y se sacrificó para tratar de salvar a su pequeño niño”.
Las tribus dijeron en un comunicado que los cuatro perros fueron sacrificados. Por su parte, los dueños fueron citados por 15 violaciones de la Ordenanza de animales de las tribus, incluidos los ataques de “animales viciosos” y “exceso de mascotas caninas o felinas”.